Aprompsi rompe fronteras por la integración en Linares

El colegio de Educación Especial 'Virgen de Linarejos' de Aprompsi en Linares, que hace unos años estrenaba nueva ubicación en la ciudad minera, se ha convertido en un centro de referencia en Andalucía para decenas de familias que apuesta por la educación de sus hijos como principal herramienta para la integración. Con medio centenar de alumnos en sus aulas de Educación Básica y el Programa de Transición a la Vida Adulta (TVA), el centro se encuentra al máximo de su capacidad.

Alumnos de todos los puntos de la provincia jienense, pero también de otras provincias andaluzas, han situado al centro linarense como un referente en la educación a menores con una discapacidad psíquica a los que, no sólo se les enseña capacidades básicas para su día a día, sino también se les forma con el objetivo de poder desarrollar una actividad laboral en el futuro. «Este centro es sin duda un referente en la formación de los jóvenes y su integración por esa atención directa y especializada que reciben. El objetivo es poder integrarlos, según sus capacidades, favoreciendo su autonomía personal o una formación laboral», explica Miguel Ángel Palomo, director del centro educativo.

Un total de seis aulas de Educación Básica, así como dos aulas de TVA, forman la oferta educativa de este centro que, además, se complementa con una empresa especial de empleo de Aprompsi en Jaén, así como dos talleres ocupacionales que se prestan en las instalaciones que la asociación tiene en Linares.

Sin embargo, a pesar de la ampliación de servicios, la demanda sigue siendo inabarcable. «Este curso no se ha podido escolarizar a dos alumnos porque no podemos atender a más alumnos en Educación Básica», reconoce Palomo, quien destaca la creación de dos aulas de formación profesional específicas nuevas en el exterior de las instalaciones como algunos de los proyectos más necesarios para el centro.

Junto a la oferta educativa, Aprompsi ha conseguido hacer de su centro educativo en Linares un referente en la atención integral de menores con discapacidad psíquica pues desde que en 2011 pusiera en marcha su residencia escolar, los alumnos reciben atención educativa y asistencial en un mismo espacio desde los tres hasta los 21 años, de lunes a viernes, con opción a respiro familiar los fines de semana «aunque limitado por falta de personal». Eso sí, en el caso de la residencia, la falta de concierto para diez de sus plazas mantiene su actividad al 50% de su capacidad, según destaca Paqui Díez, responsable de dicho servicio.