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Recogida de la aceituna
Una familia linarense exporta 2.000 litros de aceite a Japón

Una familia linarense exporta 2.000 litros de aceite a Japón

Los propietarios de la finca 'Quinta San José' elaboran un oro líquido que ha convencido a una delegación de un pueblo del país nipón

JÉSSICA SOTO

Martes, 21 de octubre 2014, 02:19

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Reinventar algo tan antiguo como la elaboración del producto estrella de Jaén, el aceite de oliva, puede traer muchas satisfacciones para aquellos que quieran dar un pasó más allá de lo que habían hecho siempre. Esto es lo que le ha ocurrido a una familia de Linares. Con una pequeña explotación de 2.000 olivos han logrado que el aceite que se extraen de estas aceitunas sea un bien muy deseado en Japón. La familia Bruque se había dedicado, como otras muchas en la provincia, a la recogida de la aceituna para hacer oro líquido pero, al morir el patriarca, una de sus hijas hizo suyo el dicho de 'Reinventarse o morir'.

«No fue fácil convencer al resto de la familia de que teníamos que cambiar algo porque no funcionaba el campo», comentó Marifé Bruque, una de las propietarias de la Finca 'Quinta San José'. El planteamiento fue el siguiente: optar por hacer un aceite de mucha calidad y una producción limitada para poder competir en el mercado. Y así lo están haciendo. El pasado 29 de septiembre, comenzaron a coger del árbol la variedad arbequina y, posteriormente, hicieron lo propio con la picual.

El secreto del éxito que están teniendo, dicen, se basan en tres premisas. La primera de ellas es que recurrieron a una empresa que les asesoró acerca de todos los trámites que debían seguir para dar un giro a lo que llevaban haciendo desde siempre. A su vez, visitaron muchas almazaras hasta que dieron con una, Oleícola San Francisco en Begíjar, que le pareció interesante su propuesta. Por último, conceden mucha importancia al cliente final, ya que su público objetivo es aquel que antepone la calidad del oro líquido que consume a su precio.

«Mi madre me decía al principio que nuestro aceite ya era bueno, pero el que hacemos ahora es mejor si cabe. El precio del litro viene marcado por los costes que marca su elaboración. Cuidamos mucho el producto y, por ejemplo, la temperatura de la aceituna es estable porque la transportamos a la almazara en camiones frigoríficos», señaló Bruque. Después de varios meses de trabajo llegó su recompensa. Hace unas semanas recibieron la visita de una delegación de un pueblo de Japón que estaba interesada en conocer su aceite. Después de conocer la finca, la almazara y su proceso de elaboración, decidieron establecer una relación comercial con la oleícola de Begíjar y llevar hasta el país nipón el aceite procedente de los olivos de una finca linarense. «Los japoneses valora mucho la calidad y que llegue la aceituna del árbol a la almazara. Lo vieron todo detenidamente y apostaron por nuestro aceite», aseveró Bruque.

Tras ello, han firmado un contrato de 3 años con ellos en las que exportarán 2.000 litros a Japón este año, aunque esperan que el año que viene se pueda exportar más. También ha despertado el interés de renombrados chefs de Barcelona que les están haciendo pedidos. Pero ahí no queda la cosa. «Hemos cogido una parcela para sacar nuestro propio aceite de oliva que se llamará Quinta San José y que distribuiremos por la provincia», declaró.

Una vez vistos los resultados, los propietarios de la finca sostienen que su primer objetivo se ha cumplido y éste no era otro que poner en valor un pequeño olivar y ofrecer un aceite de máxima calidad. «En España hay un nicho de mercado pequeño que valora esto y es un mercado muy limitado en el que nos estamos haciendo un hueco», puntualizaron.

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