Los empresarios del Polígono de los Jarales piden que se oigan sus demandas

Tras las informaciones que apuntan a que el área de Urbanismo prevé dar la aprobación provisional del PGOU antes de 2015, lo que concierne al Polígono de los Jarales parece que no es del gusto de los empresarios. No es que se opongan a la recalificación y ordenamiento del Polígono industrial, aprobada hace unas semanas, y con la que se pretende dar cabida al nuevo proyecto, si no que en ningún momento, se ha «contado» con ellos, según apuntan. «Esto se tenía que haber hecho hace bastante tiempo y a nosotros no nos ha comunicado el Ayuntamiento nada. Lo que decimos es que se podía haber consensuado con nosotros que somos los que estamos diariamente aquí y sabemos las necesidades que hay», explicó Narciso Castro, presidente del colectivo de empresarios del Polígono.

Según apunta el colectivo, en ningún momento se les ha notificado las intervenciones que se han hecho en el polígono industrial y, mucho menos, se ha tenido en cuenta sus demandas. Una de las cosas que observan es que, pese a la cantidad de farolas que hay en la zona, no se ha hecho una conducción eléctrica hacia todos los puntos, habiendo calles en las que no hay iluminación alguna. «La luz que hay es a través de transformadores y no llega bien a todas las partes», puntualizó Castro. También denuncian el estado en el que se encuentra una tragona que carece de arqueta y que por su profundidad, más de dos metros, podría propiciar la caída de algún viandante porque no está señalizada.

Otra de sus reivindicaciones es el exceso de vegetación que adorna las rotondas del polígono ya que, según aseguran, les resta visibilidad. Por otro lado, el ancho de los viales laterales son, para ellos, pequeños para el tránsito de vehículos de gran tonelaje. «Si no hablas con nosotros, difícilmente sabrás lo que queremos. A nosotros siempre se nos ha dado todo hecho y entregado y nos hubiera gustado que, al menos, le hubiésemos podido decir lo que nos preocupa y que ya valorasen si nuestras peticiones son factibles», declaró el presidente.

Respecto a la ocupación en el polígono, sigue siendo muy baja porque la crisis económica sigue haciendo mella en los negocios que allí se ubicaban. «Igual se podría ver en lo que se ha convertido el polígono que está siendo ya una zona más comercial que industrial y poner, por ejemplo, una línea de autobuses que llegase hasta aquí. Es tan sólo una idea», explicó Castro.

Lo que sí es cierto es que la actividad industrial de la que antes gozaba el polígono ha ido cayendo en los últimos años y, tras el cierre de empresas que llevaban mucho tiempo allí, ahora predominan los bazares orientales. El Polígono de los Rubiales ha corrido la misma suerte y, en su segunda fase, sigue habiendo muchas naves y huecos vacíos.