Sismólogos creen que los terremotos de Jódar son una migración de los de Torreperogil

«Aunque estamos lejos de conocer la estructura que los genera, los terremotos parecen coincidir en superficie con una falla de desgarre dextrorso delimitada a lo largo del Guadiana Menor, paralela a la falla de Tíscar. Ésta es una falla inferida, no observada. Por otra parte, aunque no puede afirmarse de forma definitiva, esta serie aparece como una migración hacia el sur de la sismicidad de la serie de Torreperogil-Sabiote de 2012-2013, pensamos que posiblemente producida por una transferencia de esfuerzo», dicen los profesores en su análisis.

Peláez explica que «no se puede predecir si habrá un gran terremoto, pero comparando con otras series sísmicas similares no esperamos que haya terremotos mucho más fuertes de los que ya se han producido, es decir, de hasta 4 grados» en la escala de Richter.

Lo que está diferenciando esta serie de la estremeció hace un lustro a los habitantes de Torreperogil es que éstos tenían el epicentro de los temblores justo debajo del pueblo, y ahora se están registrando en una zona deshabitada, y a una mayor profundidad. Es por eso también que los vecinos han sentido solo algunos temblores, lo más fuertes, y no hablan del estruendo que acompañaba a la serie de 2012/13. En Torreperogil el seísmo más fuerte fue de 3.9 grados y en Jódar ya llevan al menos dos de 4 y uno de 3.9.

El grupo de investigación 'Riesgo sísmico y Tectónica activa' recoge y analiza datos del Instituto de la serie sísmica de Jódar y Peal, donde la sismicidad se ha incrementado «notablemente» desde abril de 2016. Aunque los científicos han encontrado registros más antiguos en 2012 con algunos terremotos ya «de una forma más o menos continuada». En julio de 2015 hubo una pequeña serie de terremotos a unos kilómetros al sur de la zona de Torreperogil.

Pero es a partir de abril de 2016 cuando «se dispara el número de terremotos en lo que es el entorno de Jódar-Peal de Becerro, en lo que podemos considerar el principio de esta serie sísmica, produciéndose los máximos de terremotos en los meses de mayo y agosto». Se llegaron a registrar hasta 542 terremotos a lo largo de este año, disminuyendo su número en los últimos meses de 2016. Los temblores más fuertes fueron de magnitud 3,4 y 3,3.

El año 2017 registró 101 terremotos, con el mayor de ellos ocurrido el 12 de septiembre (de magnitud 3). El número de fenómenos fue aumentado conforme avanzaba el año.

El año 2018 comenzó con sismicidad baja pero continuada. «Podemos decir que estamos aún registrando la sismicidad residual de la serie que comienza en 2016. Hasta mediados del mes de marzo no se ha superado la magnitud 2.9. Posteriormente, se llegan a registrar este mes hasta dos terremotos de magnitud 4.0, uno el día 22, a las 14:12:04 GMT, y otro el día 24, a las 00:41:12 GMT, ambos registrados con el sismómetro de la Universidad de Jaén. Estos dos terremotos de magnitud 4.0, sentidos por la población, podrían haber causado daños si se hubieran producido más cerca de alguna población y a una menor profundidad», dicen los expertos en su informe.

En 2018 y hasta el 8 de abril se han localizado por parte del Instituto Geográfico Nacional un total de 222 terremotos en el entorno de Peal de Becerro y Jódar, 17 de los cuales han alcanzado o superado la magnitud 3.0 y dos la magnitud 4.0. El día de más intensidad fue el pasado sábado día 7 con 21 terremotos.

Recientemente el alcalde de Jódar José Luis Hidalgo comentó que los vecinos de la localidad están viviendo la serie sísmica con tranquilidad, y que hasta el momento no se han producido daños en las infraestructuras o casas.