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Barbos muertos en los charcos que quedan del río Guadalbullón, cerca del Puente Tablas. Liébana
El Seprona de la Guardia Civil investiga la mortandad de peces en Puente Tablas

El Seprona de la Guardia Civil investiga la mortandad de peces en Puente Tablas

En principio descarta que sea por vertidos contaminantes, a la vez que Ecologistas en Acción reclama un caudal mínimo en el río Guadalbullón

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Martes, 22 de agosto 2017, 00:35

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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil estudia las causas de la elevada mortandad de peces, en su mayoría grandes barbos, en el lecho del río Guadalbullón a su paso por la zona residencial del Puente Tablas de la capital, según informaron fuentes del mismo, que de entrada descartan que se deba a un vertido contaminante al mismo y lo achacan a la falta de caudal, que hace que solamente queden charcos cada vez más pequeños donde los peces mueren por falta de oxígeno, como ayer adelantó IDEAL.

Así mismo, Ecologistas en Acción en Jaén solicitó ayer a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que se tomen medidas para garantizar «un caudal mínimo ecológico» en el río Guadalbullón, después de la muerte de los primeros peces, pues hay muchos atrapados y agonizantes.

Así lo indicó a Europa Press el portavoz del colectivo ecologista, Javier Ramírez, quien recordó que en los meses de marzo y abril realizaron «una denuncia a la Confederación y en el Seprona porque un poco más abajo, a la altura del Cadimo, el río bajaba seco ya en esa fecha».

El portavoz señala que la Confederación Hidrográfica tiene que garantizar un caudal mínimo ecológico

El portavoz lamenta que «no se respeta un caudal mínimo ecológico» y explica que, junto a la escasez de precipitaciones en el último año, especialmente agudizada con un verano seco y de altas temperaturas como este, existe la «contaminación fruto de todas las zonas residenciales, que vierten de manera irregular al cauce» aguas residuales.

Regadíos

Además de la influencia del regadío. «No hay agua para regar todo lo que se quiere regar. Es un problema muy grave y más en un año de sequía. Y eso tienen que tenerlo en cuenta las administraciones, no se puede ir haciendo campos de riego sabiendo que en un año de sequía no hay agua para todos», comentó Javier Ramírez, poniendo de relieve «el daño que se provoca a los ecosistemas acuáticos, que son muy sensibles».

El portavoz subrayó que se trata de una «debacle ecológica», pero también «económica y social», ya que «la gente invierte en esas instalaciones y precisamente el año que necesitan agua no pueden regar». En este sentido, defendió que «las administraciones deben de regular sus previsiones de riego en base a los años de sequía», además de concienciar de que «todo el mundo no puede tener riego».

Ramírez se refirió en concreto a la CHG. «La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es la que tenía que articular la manera de que no ocurra esto, que exista un cauce mínimo ecológico, que se puede conseguir», declaró el portavoz de Ecologistas en Acción, quien añadió que la CHG «ha intentado regularlo, pero se ve que con poco éxito».

El Guadalbullón es un río que no está regulado (no tiene embalses) ya que solo dispone del agua de las precipitaciones y del aporte de arroyos, por lo que es necesario regular el riego, al mismo tiempo que se mantiene el caudal ecológico, según explicó el propio Organismo de Cuenca el pasado junio al informar de la paralización del riego del olivar acordada por la mesa del agua del Guadalbullón.

Precisó que el objetivo de esa decisión (tomada por la escasez de agua del cauce para que puedan llevarse a cabo los riegos por parte de la comunidad de regantes Canal del Rincón perteneciente a las Vegas Bajas de la provincia de Jaén) era poder retomar el riego estableciendo turnos siempre que procedieran las circunstancias y teniendo en cuenta el caudal ecológico.

Junto a ello y dado que el Guadalbullón no está regulado, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir afirmó que se mantendría «una constante vigilancia a través de su servicio de guardería junto con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil».

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