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La provincia lidera la defensa a ultranza de la cata como garante del buen aceite de oliva

La provincia lidera la defensa a ultranza de la cata como garante del buen aceite de oliva

Productores, denominaciones de origen de todo el país e instituciones firman un manifiesto a favor de la valoración sensorial

MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS

JAÉN

Miércoles, 11 de abril 2018, 01:34

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¿Nariz humana o 'nariz' artificial? El sector oleícola jienense, a día de hoy y casi por unanimidad, lo tiene claro y así lo demostró ayer. Donde llega la cata sensorial no alcanza actualmente un simple análisis químico. El Palacio Provincial de la Diputación de Jaén acogió ayer la firma de un manifiesto con un amplio respaldo para defender la necesidad de que siga existiendo el panel de catas de los aceites de oliva, al que se han adherido ya instituciones, la Asociación de Denominaciones de Origen (DO) de España de todos los productos, 24 de las 29 DO que hay en nuestro país, la Asociación Española de Municipios del Olivo y un número muy importante de productores.

El manifiesto responde «a la demanda de algunas organizaciones del sector del aceite de oliva al Ministerio de Agricultura en las que denuncian «inseguridad jurídica» en la aplicación de la normativa vigente de análisis sensorial (cata), proponiendo su no aplicación. El escrito considera el panel como «una herramienta indispensable en la actualidad para la clasificación de los aceites de oliva vírgenes, que permite diferenciar los aceites vírgenes extra, de los vírgenes y los lampantes, por encima de los análisis físico-químicos. Consideramos que es imprescindible que tengan que pasar esta prueba, no sólo para valorizar el enorme esfuerzo de los olivareros y las almazaras productoras, sino para que los consumidores que adquieren un aceite de oliva virgen extra no solo encuentren un producto acorde con la categoría declarada en su etiqueta, sino con la que su descripción merece y sin defectos organolépticos».

De este modo, apuntan que «de ninguna manera podemos admitir un futuro donde el consumidor adquiriese un aceite físico-químicamente admisible pero con patentes defectos organolépticos, etiquetado bajo el nombre del buque insignia de todos los aceites de oliva, del aceite de oliva virgen extra».

Concluye el manifiesto señalando que «los firmantes manifestamos que no compartimos el problema de la inseguridad jurídica aducido, por falta de argumentos consistentes, objetivos y demostrables, y solicitamos al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que continúe la aplicación de dicho método, tal y como exige la normativa europea actual, aunque se inicien actuaciones para buscar la mejora del método».

Sin ella, lampante y extra, igual

Desde la Diputación se recalcó ayer además que «es un instrumento fundamental para seguir apostando y defendiendo la calidad de los aceites de oliva». El presidente de la administración, Francisco Reyes, recalcó que «no somos una excepción», por la larga lista de apoyos. Este posicionamiento se debe, a juicio de Reyes, a que en los últimos años «hemos dado un tremendo paso en la búsqueda de la calidad, y ese análisis sensorial que supone el panel de cata es un instrumento clave para que los consumidores puedan comprar aquello que realmente están demandando», fruto de una forma de recoger la aceituna y de una materia prima excepcional y más ardua. «No podemos dar ningún paso atrás, porque esto es lo que diferencia al aceite de oliva español. Aunque estamos dispuestos a mejorar cualquier procedimiento que aumente las garantías, creo que abandonar el panel test es un gran error y una parte importante del sector coincide».

Por su parte, la presidenta de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), Ana María Romero, en presentación de más de 125 municipios y diputaciones españolas, defendió que España como primer país productor de aceite de oliva «tiene que diferenciarse por la calidad», si no estuviera el paneles test «no habría una manera legal de diferenciar un virgen extra de un lampante», de ahí que el mantenimiento del panel de cata es una forma de asegurar que «lo que ofrecemos al consumidor es lo mejor que sabe hacer nuestra tierra y que es el virgen extra».

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