Productos de Manos Unidas Jaén que llevan ayuda hasta Mauritania

«El público se está interesando, aunque creemos que después del puente vendrá lo más fuerte, ya que es cuando la gente comienza a comprar los regalos de Navidad», indica Carmen Cárdenas, vicepresidenta de Manos Unidas Jaén.

Como cada edición, Manos Unidas Jaén vende en la tienda material de artesanía de Perú, pascueros, calendarios, vasos, agendas, pulseras, etc. Este año, además, pone a disposición del público dulces del convento de Santa Clara. Los beneficios de los dulces son para el convento, pero les pareció una buena idea «acercarlos a los jienenses en la tienda».

El resto de productos vendidos en la tienda tienen un fin concreto: financiar las diversas iniciativas que la delegación de Jaén tiene previstas en su proyecto de 2017, destinado a Mauritania. La meta es lograr 81.702 euros para apoyar a poblaciones desfavorecidas de este país. Y aunque aún no ha acabado diciembre, Carmen Cárdenas adelanta que es más que probable que se supere la meta inicial. «La solidaridad es desbordante, creemos que conseguiremos más dinero para repartir a otros proyectos. En Jaén capital tenemos uno, pero hay más proyectos en la provincia a los que podremos ayudar», recalca.

El proyecto de apoyo al desarrollo comunitario del sur de la República Islámica de Mauritania se centra en el departamento de Monguel, región administrativa del Gorgol, a 515 kilómetros de la capital, Nouakchott. Es una zona muy afectada por la inseguridad alimentaria, el analfabetismo y su escaso desarrollo, la falta de accesibilidad a los productos de primera necesidad y la fragilidad de las competencias de las estructuras locales.

Este plan beneficiará a 3.124 personas de 39 localidades diferentes bajo el umbral de la pobreza a través de dos ejes de actuación: mejorar la formación -fomentando la alfabetización- y mejorar las condiciones físicas de la población -alimentación o acceso al agua, por ejemplo-. «Las ayudas de emergencia en momentos puntuales son necesarias, pero además de ellas lo bonito es poner en marcha un proyecto de desarrollo que les da los instrumentos para que esa comunidad pueda seguir sola hacia adelante cuando nosotros finalicemos la labor», recalca el colectivo.