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Jesús Cautivo en plaza de Santa Isabel.

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Jesús Cautivo en plaza de Santa Isabel.

El Cautivo reparte salud y paz por la ciudad

Recorrió su largo itinerario penitencial mostrando la creciente devoción de otra de las cofradías más jóvenes de la Pasión de la capital El barrio de Santa Isabel se entrega en cuerpo y alma durante la salida de su querida hermandad

ANTONIO ORDÓÑEZ

JAÉN

Jueves, 29 de marzo 2018, 02:41

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Bajo un sol de justicia salía ayer a las calles la primera procesión del Miércoles Santo de la capital. Con una plaza de Santa Isabel abarrotada de miradas fieles y cómplices salió a procesionar Jesús Cautivo, que desde hace cuatro años se ha sumado al grupo de hermandades que desfilan en esa jornada.

La hermandad penitencial y cofradía de Nuestro Divino Redentor Jesús Cautivo en el abandono de sus discípulos, María Santísima de la Trinidad y Santa Isabel de Portugal reinó en esta tarde de Miércoles Santo desde su barrio de Santa Isabel y durante el resto de su itinerario oficial. En el entorno de la plaza de este tradicional barrio jienense se daban cita innumerables fieles que esperaban con toda su ilusión la salida en procesión de su Jesús Cautivo. Esta es una de las cofradías jóvenes de la ciudad, pues procesionó por primera vez hace tan solo cuatro años; sin embargo su barrio se ha entregado a su hermandad como si llevaran toda la vida juntos. La devoción por Jesús Cautivo quedó ayer más que demostrada, se veía en las caras y en los ojos de todos los que dirigían sus miradas hacia la puerta de la Iglesia Parroquial de Santa Isabel, que abría sus puertas a las cinco y diez en punto. Todo estaba a punto de empezar.

En el interior del templo, los costaleros estaban ya debajo del paso de Jesús, que adornado con claveles rojos y un friso de iris morado, portaba a un Cautivo ansioso de encontrarse con sus fieles. La primera 'levantá' fue sorprendentemente intensa, quizás inspirada por las palabras dirigidas a los costaleros, a los que se les pedía que le dedicaran ese momento a la hermandad de la Borriquilla, que no pudo lucirse en la calle el Domingo de Ramos, y que llevaran con cariño y respeto a Jesús Cautivo a repartir salud y paz por todas las calles de Jaén. En el templo de Santa Isabel se vive un momento muy especial, justo antes de salir el paso a la calle, y se produce cuando el Cautivo, en el momento que gira hacia su salida, parece que mira a su Madre, María Santísima de la Trinidad, que desde el altar contempla como se llevan a su hijo preso.

El paso del Cautivo se paró justo en el pórtico de la iglesia, y cuando llegó la segunda levantá la emoción rompió en la plaza jienense, sensación que fue a más cuando Jesús salió a la calle a encontrarse con sus fieles vecinos. Con la tercera 'levantá' el alma de los devotos se vino arriba. Era el momento en el que se le pedía a los costaleros que fueran los pies de su venerada imagen: «las mejores cosas de la vida no se ven, se sienten... Comienza el sueño de los despiertos, dediquemos esta 'levantá' al barrio de Santa Isabel...». Y así en su barrio, y entre el cariño de sus vecinos, Jesús Cautivo inició su largo itinerario por la ciudad, en la que encontró el cariño de muchos más jienenses que se desvivieron con él en este Miércoles Santo de la capital.

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