La CHG aprueba desembalses puntuales para los regantes

La medida, adoptada y aprobada en el Pleno de la Comisión de Desembalse celebrado ayer en Sevilla ante casi 200 usuarios de la cuenca, principalmente representantes de comunidades de regantes, se destinará a atender las demandas del olivar, otros cultivos arbóreos (entre ellos el naranjo) y las hortícolas, con cultivos como el ajo.

La confederación, ante la ausencia de precipitaciones y a pesar de la escasez de recursos en la cuenca, atiende de esta manera las solicitudes de numerosos regantes para que puedan realizar un riego que se considera de gran importancia para determinados cultivos en estas fechas.

Durante esta Comisión de Desembalse, igualmente, se hizo un repaso al año hidrológico 2016-17, «más seco de lo normal», con una media de precipitaciones entorno a un 14% inferior a la media histórica, sin apenas escorrentías, ya que han supuesto un tercio de la aportación media anual a los embalses. Esto ha provocado que sea el cuarto año consecutivo en el que se reducen las reservas de agua en la cuenca, que actualmente se sitúan en torno al 31,5%.

Asimismo, y en tanto se vuelva a convocar la Comisión de Desembalse antes de final de año, la Confederación ha hecho público una proyección de cuáles podrían ser las dotaciones a los regantes en función de las lluvias: 1.000 m3/ha ante un año muy seco; 2.000 m3/ha ante un año seco; 4.000 m3/ha ante un año medio; y 6.000 m3/ha ante un año húmedo. Hay que tener en cuenta que la dotación media aprobada en la pasada campaña fue de unos 4.800 m3/ha.

Las organizaciones agrarias de la provincia jienense aplaudieron ayer la medida de la CHG y confiaron en que las precipitaciones den un respiro a la provincia.

Aunque el agua desembalsada no supone un elevado volumen, desde Coag Jaén valoran «el esfuerzo que están haciendo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en una situación de escasez de agua», mientras confían en que durante los dos meses que quedan para finalizar el año hagan acto de presencia las lluvias para remediar la falta de agua que padece el campo.

«Tenemos dos variables de cultivo, los de invierno (como el ajo o la cebolla) y la cosecha de aceituna. Las precipitaciones que ha habido hasta ahora han sido insuficientes y regadíos que estaban en situación normal han empezado a tener problemas», señaló el secretario general de Coag Jaén, Juan Luis Ávila, que indicó que las cosechas de Jaén «son unas de las más afectadas».

De cara al fin de semana se esperan precipitaciones, concretamente desde el sábado, pero según Juan Luis Ávila serán «poca cosa, ocho o nueve litros por metro cuadrado, y eso si no cambian las previsiones, que aún hay margen de tiempo».

Por su parte, el secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, lamentó que llevaban tiempo «reclamando que se ampliara el periodo de regadío». «Las lluvias del 18 de octubre fueron puntuales y no paliaron la situación crítica del campo andaluz, y en concreto jienense. Siempre que se aumenta el periodo de regadío no se desaprovecha ni una gota, su eficiencia es máxima», añadió el responsable.

Por último, Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja Jaén, valoró positivamente la medida, aunque señaló que en Jaén «se han desembalsado seis hectómetros cúbicos a favor de la cuenca». «Hemos sido solidarios este verano, así que nosotros ya hemos aportado lo que ahora nos dan para recuperar», recalcó. En su caso, se mostró confiado de que caiga más agua de la prevista de cara al fin de semana.

Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Antonio Ramón Guinea, admitió que la situación de la cuenca es ya «muy seria» como consecuencia de la situación de sequía y que, de no registrarse las precipitaciones suficientes en invierno, se auguran dotaciones «bajas o muy bajas» para la campaña de regadío.

Ramón Guinea manifestó a los periodistas con motivo de la celebración del pleno que, si bien la cuenca se encuentra actualmente a un 31,5%, el sistema de regulación general, mucho más importante para el riego y del que dependen más de 400.000 hectáreas, solo está a un 25%.

Con estos datos, los riegos del año próximo serían «muy bajos», si bien ello dependerá de «cómo venga de lluvioso el invierno», en una cuenca que se encuentra en alerta desde hace meses, situación que, no obstante, no es nueva, pues «por desgracia ya tenemos experiencia de sequías muy duras: la peor, la del año 1995». De esta forma, el presidente de la CHG precisó que de no producirse precipitaciones se producirían restricciones «sin duda», puesto que ya la capacidad embalsada no permitiría las dotaciones de un año normal.

Con todo, Ramón Guinea especificó que estas medidas se refieren en todo momento a los regadíos, ya que en lo que respecta al abastecimiento humano el mismo usa muy poco del sistema de regulación general y, salvo algunas excepciones, en general el mismo «todavía cuenta con una disponibilidad bastante normal».