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OPINIÓN | EL MORTERO

El poeta Bienvenido Bayona

JOSÉ ANTONIO GARCÍA - MÁRQUEZ

Viernes, 26 de mayo 2017, 00:51

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La palabra, el verso, la inspiración, tienen una razón de ser, una causa y un efecto, en el marco de la literatura como manifestación de la belleza, del sentimiento estético a través de la palabra. El poeta es una persona sensible que expresa sus sentimientos con imágenes literarias tan sugerentes que otras personas pueden llegar a compartir los sentimientos del autor, incluso sentir lo que él siente. Si el poeta es un maestro del verso puede transmitir lo más sensible del ser humano: su alma.

Es el caso de Bienvenido Bayona, el poeta que nació en Quesada en 1.915, fallecido en 2.004, lírico de la música, olivares de plata, sueños azules, cielo eterno. Tengo que decir que nunca llegué a tener un contacto cercano con Bienvenido Bayona, mi mayor y única aproximación fue en abril de 1.995 cuando después de presentar su libro 'Coplas, versos, besos.' me dedicó un ejemplar: «Para ti, José Antonio, con mi amistad y alegría».

El universo que conectaba al autor con el lector se limitaba a la lectura de poemas de su amplia producción literaria que iba desde algunos de sus libros como 'Bahía', 'Toro a muerte' y 'Cambio de tercio', a las revistas literarias 'Cauces', 'Ágora' o 'Litoral'. Y sobre todo a las bellísimas composiciones que cada verano leía con devoción en el libro de fiestas del Ayuntamiento. No era fácil vencer las reticencias que uno mismo se impone para entrar en un círculo intelectual que paseo arriba paseo abajo transitaba por el Jardín de Quesada, testigo de la tertulia entre Antonio Navarrete, Pedro Malo, los hermanos Rodríguez Aguilera y el propio Bienvenido Bayona. Pero cuando el lector conecta con la obra sí que puede establecer elementos de valor simbólico tan profundos como si de una relación de estrecha amistad se tratase, a veces incluso más, pues tiene poder para decodificar el mensaje y hasta puede evadirse de la inmediatez que produce la presencia física.

La poesía de Bienvenido Bayona llega directa a los sentidos. Con el amor como espacio del deseo y la luz afirmando sensualidades de aires modernistas, el poeta se acerca al mundo para interpretarlo con una sensibilidad tan excepcional que sus versos viajan por esquinas, laberintos, brisas, primaveras. En Quesada encontró Bienvenido Bayona la ciudad soñada para contemplar la vida con el máximo sentido oracular, para observar el mundo que habla y se revela en cada puesta de sol. En su poesía cantaba a su sierra, su río, sus gentes. Ya lo comentó aquel día de la presentación de 'Coplas, versos, besos': «El paisaje influye en la cultura del alma del poeta. Quítale a Andalucía sus olivos y le habrás quitado su poesía».

Juan Ignacio Bayona, su hijo también poeta, ha plasmado las bases intelectuales y literarias sobre las que se asienta el proyecto poético de su padre. Juan Ignacio, ha editado dos libros, 'Tant' Amare' y 'Bienvenido Bayona (inédito)' con poemas desconocidos que completan la producción literaria del escritor quesadeño. Todo un regalo que nos permite enriquecer el ámbito de las reflexiones críticas sobre la poesía de un escritor lleno de vida, cuyos versos forman parte de uno de los proyectos literarios más sólidos de la lírica andaluza del último tercio del siglo XX.

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