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Miguel Ángel Contreras
Jueves, 25 de mayo 2017, 16:07
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"Oímos gritos pidiendo auxilio, que habían matado a un vecino. Nos asomamos y vimos un río de sangre calle abajo". Eran las 6:11 horas de esta mañana, según relatan vecinos de Alberto Magallaes, aún conmocionados, con sus viviendas a pocos metros del número 44 de la calle Tiro Nacional, donde ha encontrado la muerte por un tiro de escopeta el joven de 31 años, a la puerta de su casa. Según estos, tenía las llaves junto al cuerpo, tras caer de espaldas, junto a la acera, con el disparo habiéndole atravesado la cabeza de lado a lado. "Lo estaban esperando", señalan.
"El chaval no era conflictivo aquí en la calle. Nunca pasó aquí nada. Incluso te diría que nos sentíamos protegidos con él. Estaba rehabilitado, esta semana empezaba a trabajar, tenía mujer y dos niños pequeños, una niña y un niño", explica uno de sus vecinos, nacido en la calle, donde ha vivido toda su vida. "A las 6:11 llamé al 061 y a hasta las 6:28 no ha llegado. Estaba convulsionando en el suelo. Había dejado las manos con sangre en la puerta y la pared", indica.
La Policía científica tiene que determinar ahora las circunstancias del homicidio. A pesar de un extensísimo historial criminal, con decensas de delitos desde el llamado 'crimen de la movida' que conmocionó a la sociedad jienense, en el año 2000, en el que murió por 33 heridas de arma blanca Jaime Ordóñez, de 20 años, según su abogado sólo tenía actualmente causas pendientes por un hurto por una motocicleta y un quebrantamiento de orden de alejamiento por violencia de género. Lo último en lo que ha estado implicado ha sido un tiroteo con armas de fogueo con un integrante de su pandilla tras una disputa entre las familias.
El criminal más buscado
Alberto Magalhaes es bien conocido por la Policía desde incluso antes de la madrugada del 1 de noviembre del año 2000, cuando tenía 14 años y en una noche de copas y cocaína su pandilla se cruzó con el joven Jaime Ordóñez. Un comentario sin importancia de la víctima desencadenó una pelea. Ordóñez acabó muerto, cosido a navajazos. Magalhaes cumplió dos años de internamiento. Junto a él fueron condenados dos adultos y otro menor.
Cuando volvió a la calle se convirtió en líder de una pandilla de delincuentes juveniles muy activa. En 2004 Alberto tenía ya 18 años y no paraba. Su especialidad, los robos con fuerza. En 2008, con 22 años, había sido arrestado 24 veces.
En junio de 2007 la Policía lo arrestó y le atribuyó 23 delitos: nueve robos con fuerza, dos robos con violencia e intimidación en las personas, dos de coacciones, tres de daños, otros tres de robo y hurto de uso de vehículos y uno de receptación, extorsión, contra la Administración de Justicia y atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad y sus agentes cometidos en Jaén capital, Torredonjimeno, Torredelcampo, Martos, Bailén y Úbeda.En octubre lo esposaron por asaltar una casa en Los Villares. En 2008 lo cogieron con una moto robada y una navaja que había sido usada en el atraco a una gasolinera. Lo presentaron al juzgado de guardia y quedó en libertad. Tenía numerosas causas pendientes. No se presentó a ningún juicio. Estuvo prófugo hasta el 23 de agosto de 2012. Una vez, en el cementerio, estuvieron a punto de cogerlo, pero logró huir. En la Operación Portu lo arrestaron.
Sobre él pesaban ocho reclamaciones judiciales, dos órdenes de arresto y puesta a disposición judicial y otras dos de detención e ingreso en prisión. Tenía causas pendientes por delitos de robo, atentado contra agentes de la autoridad y conducción temeraria. Le imputaron también tráfico de drogas, por una plantación de marihuana.
En las fuerzas y cuerpos de seguridad causó enorme extrañeza que en 2016 estuviera ya en libertad. Ni de permiso penitenciario ni fugado, libre, hasta encontrar esta madrugada la muerte.
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