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La Oración brilla en San Ildefonso

La Oración brilla en San Ildefonso

Este año el Cristo estrenaba mantolín de hilo de la India y bordados en oro

Juan Esteban Poveda

Lunes, 10 de abril 2017, 02:49

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SE hizo el silencio en San Ildefonso cuando apareció en el dintel la imagen de Cristo arrodillado, rezando y sudando sangre. Había una multitud en la plaza, ante la basílica menor, pero sólo se oía al rachear de las esparteñas de los costaleros, en el tremendo esfuerzo de la salida. Se dobló flexible el olivo de la trasera, se plantó el trono en mitad del gentío y las ramas del árbol de la paz se desplegaron detrás de Jesús y del Ángel. Estallaron los aplausos y la banda de cornetas y tambores del Rosario, de Linares, se encargó de subir la temperatura emocional con vibrantes marchas.

Para Víctor Jesús Cazalla Garrido ese era un momento muy especial. Durante todo el año él ha cuidado el olivo que luce sobre el paso de Misterio. «Se elige con mimo», apunta. «Este año ha echado buenas aceitunas», bromea. El olivo es de una finca de su familia, de Capilla Garrido Colmenero, que lleva ya tres años aportando el árbol que concede al cortejo una identidad tan jaenera.

Este año el Cristo estrenaba mantolín de hilo de la India y bordados en oro.

Detrás del Misterio embocó la salida el Palio. La Virgen de los Desamparados, talla del escultor sevillano Ventura Gómez Rodríguez de 2007, con lo que esta hermandad de la congregación de la Vera Cruz estaba ayer de aniversario. Fue donación de una cofrade. El trono fue realizado en el año 2007 por Orfebrería Tuccitana. Una salida muy especial para el hermano mayor Jaime Torres, que se estrenaba en esta responsabilidad en una tarde espléndida de fuertes emociones. Ayer estrenaba tocado.

Había otro estreno que no se veía. Se olía. Incienso personalizado para esta procesión, conseguido en un taller de Carmona (Sevilla).

El cortejo de este año se centraba más que nunca en el barrio de San Ildefonso. Se acortó algo el itinerario, pero no por ello la belleza del desfile y el buen orden de la hermandad en la calle. 150 hermanos de luz. Los del Cristo con túnica y caperuz azul, capa blanca y fajín rojo, y los que acompañan a la Virgen de los Desamparados con túnica y caperuz rojos mientras que el fajín y la capa son blancos. Dos cuadrillas de costaleros por trono, con unas 150 personas. Para la Señora de los Desamparados una de las cuadrillas está formada por mujeres.

Precisamente para los costaleros se había preparado una sorpresa: en la calle Tablerón sonó un popurrí de marchas, para lucir la mecida de los tronos. En esa calle se produce otro de los momentos especiales de esta procesión, con una petalada. Junto con las estrechuras de la Reja de la Virgen son los tramos más bellos, donde la Oración brilla más en su barrio de San Ildefonso.

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