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Un fumador sostiene en su mano un cigarrillo encendido.
Los jienenses fuman menos pero se dejan casi lo mismo en impuestos, más de 161 millones

Los jienenses fuman menos pero se dejan casi lo mismo en impuestos, más de 161 millones

La recaudación fiscal alcanza los 250 euros por habitante en la provincia en el año 2016, según el último informe del Comisionado para el Mercado de Tabacos

MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS Y MARTA SOLER

Viernes, 24 de febrero 2017, 01:32

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Ni normas restrictivas ni aumento de los impuestos. De momento, no existen motivos contundentes que sirvan como excusa perfecta para abandonar el tabaco, un hábito perjudicial para la salud, que se cobra vidas y merma la calidad de vida, pero que mantiene a la mayoría de sus adeptos y se sigue considerando un placer. A pesar de un leve descenso en su consumo en nuestra provincia, el negocio del tabaco sigue continúa siendo rentable.

El pasado año, según el último y reciente informe del Comisionado para el Mercado de Tabacos, se recaudaron en Jaén 161,5 millones de euros procedentes del impuesto del tabaco, una cifra ligeramente inferior a la de un año antes, 165,6 millones de euros.

Frente a los 33,2 millones de cajetillas de 20 unidades de cigarrillos de ese ejercicio se vendieron 32,7. También se consumieron menos unidades de cigarros y de un modo más significativo (33,8 por 37,6) y kilos de tabaco para liar (63.300 kilos por 72.100) en pipa (9.500 por 10.700). La tendencia a la baja en el consumo se mantiene también en el primer mes de 2017, del que ya hay datos oficiales, de 2,5 a 2,2 millones de cajetillas. Que la recaudación total se mantuviera prácticamente el pasado año se debe a un incremento en el precio del producto.

En Jaén el diario ronda las 87.700 cajetillas, unas 3.000 menos respecto a la media registrada un curso antes. Según los datos del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, cerca del 30% de la población mayor de 16 años fuma diariamente. Haciendo caso a este dato estadístico, en la provincia podrían contabilizarse unos 160.000 fumadores, que habrían gastado más de 1.000 euros de media por persona.

La provincia se encuentra en la tónica de Andalucía, comunidad que, junto a Baleares y la Valenciana, fue la única en la que se incrementó la recaudación fiscal a través de los impuestos que gravan a la totalidad de las labores del tabaco (Impuestos Especiales e IVA) en 2016. Se recaudaron 1.439 millones de euros el pasado año, un 1,56 por ciento más. Las ventas de tabaco se han incrementado un 1,44 por ciento en todo el año hasta los 1.868,5 millones.

En cuanto a la recaudación fiscal, en Andalucía se han recaudado el pasado año 1.439,3 millones de euros, un 1,56 por ciento más que a cierre de 2015.

El Estado ingresó en total 9.110,5 millones de euros durante el pasado año por tabaco, una cifra prácticamente similar a la de 2015 (-0,30 por ciento), favorecida por la estabilización en el volumen de las ventas y la lucha contra el contrabando. Del total recaudado por las arcas públicas, 7.100 millones correspondieron al Impuesto Especial sobre las Labores del Tabaco, un 0,27 por ciento menos, y los 2.010 millones restantes al IVA, lo que supone un retroceso del 0,39 por ciento.

El mayor descenso en la recaudación vía impuestos se registró en Extremadura (-3,98 por ciento), seguido de Castilla-La Mancha (-2,54 por ciento), Comunidad de Madrid (-1,58 por ciento), Murcia (-1,34 por ciento) y Cantabria (-1,32 por ciento).

La Asociación Empresarial del Tabaco (Adelta) considera que la estabilidad fiscal ha sido determinante, ya que ha permitido una subida moderada de los precios y ha facilitado, al mismo tiempo, una estabilización de las ventas de cigarrillos, donde el 80 por ciento del precio de venta al público equivale a impuestos que suponen el 89,4 por ciento del total de ingresos fiscales del tabaco.

Igualmente, la recaudación se ha visto favorecida por la buena labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en la lucha contra el comercio ilícito. El año 2016 ha sido muy complejo para la industria del tabaco por la adaptación a las nuevas exigencias de la Directiva de Productos del Tabaco, que entró en vigor el pasado 20 de mayo.

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