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Juan Esteban Poveda
Domingo, 29 de enero 2017, 01:42
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La aguja que marca la velocidad pasa de los 180 kilómetros por hora, y subiendo. Hasta los 200. A tope. Al límite. «Me da igual jugarme la vida y matarme», llega a decir el conductor en uno de los vídeos que se grabó sorteando curvas a toda velocidad por el viejo trazado de Despeñaperros, en la antigua A-4. Una carretera que tuvo fama de ser de las más peligrosas de toda España, donde legalmente se pueden coger los 90 y con tramos limitados a 50. Pero él corre a 200. Compartió sus vídeos a vida o muerte en whatsapp, y las imágenes llegaron hasta el móvil de un guardia civil. El Instituto logró hacer un rastreo informático hasta el supuesto autor de las imágenes, y lo ha puesto a disposición de la Justicia.
La investigación corrió a cargo del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén, cuyos agentes han logrado identificar al conductor del turismo que subió tres vídeos vía Whatsapp en los que se le veía circulando con velocidades que alcanzaban los 200 kilómetros por hora en un tramo en el que la velocidad está limitada a 90 y 50 kilómetros por hora.
Tras abrir la investigación, la Guardia Civil, según informó el Instituto Armado en un comunicado, determinó que las imágenes estaban grabadas en un tramo de carretera comprendido entre los puntos kilométricos 244,5 y 249,8 de la antigua N-IV, término municipal de Santa Elena y antiguo paso de Despeñaperros. Una zona con consideración muchos años de punto negro, donde los accidentes eran frecuentes.
Velocidad limitada
La limitación de velocidad genérica esa carretera lo que queda de antigua autovía reconvertida en vía convencional de dos carriles, uno para cada sentido es de 90 kilómetros por hora, ya que discurre por un trazado de curvas de reducida visibilidad, estando en muchos tramos la limitación a 50 kilómetros por hora.
La investigación han permitido determinar que los vídeos procedían de un terminal de telefonía móvil de un vecino de Villacarrillo, de 46 años, conductor de profesión y con amplia experiencia en el sector del transporte escolar.
A este vecino, la Guardia Civil le ha instruido diligencias en calidad de investigado como presunto autor de los delitos de conducción negligente y temeraria. Las diligencias se encuentran ya a disposición del juzgado de La Carolina.
En las imágenes como el vehículo, en numerosas ocasiones, invadía el sentido contrario, mientras se escuchaba al conductor diciendo frases como «me da igual jugarme la vida y matarme».
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