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José M. Liébana
Martes, 17 de enero 2017, 17:56
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Frío. Sobre todo a primera hora de la mañana, en un edificio no ideado para oficinas. Eso es lo que dicen los funcionarios de la Delegación de la Agencia Tributaria en Jaén, que el pasado día 21 de noviembre se mudaron al antiguo edificio comercial de la Glorieta de Blas Infante, en la Avenida de Andalucía, mientras duran las obras de mejora y modernización en su sede de la Plaza de la Constitución. Un frío que les ha llevado a denunciarlo internamente, a través del procedimiento de salud laboral, como atestigua la secretaria de la sección sindical de CC OO, María del Mar Torres, quien ha llegado a solicitar a la dirección que las bajas médicas que puedan deberse a las bajas temperaturas que soportan los empleados sean computadas como accidente laboral, «para que no se les descuente el dinero por ello».
Hace unos días se averió una máquina, lo que unido al tiempo más frío hace que a primera hora las temperaturas en el centro de trabajo sean bajas y tengan que abrigarse. Tampoco pueden encender muchos radiadores individuales a la vez porque la instalación eléctrica se sobrecarga. «El problema de fondo según apunta María del Mar Torres es que no es un edificio pensado para oficinas, sino comercial».
No obstante, señala que la situación ha mejorado algo puesto que la calefacción por aire del edificio se enciende horas antes del inicio de la jornada laboral, aunque al ser espacios amplios, el calor no es uniforme sino localizado. «A menudo tenemos la cabeza caliente y los pies fríos», resume de forma gráfica la responsable de la sección sindical de CC OO. En la Agencia Tributaria de Jaén trabajan en la actualidad alrededor de 140 funcionarios.
Atención al público
Por su parte, CSIF denunció ayer «la falta absoluta de intimidad» que existe en las nuevas oficinas de la Delegación de la Agencia Tributaria de Jaén. Según indicó en una nota el Sector de Administración General del Estado del sindicato, tanto usuarios como trabajadores han tenido varios cambios, pero «lo que más preocupa» a ambos colectivos es que «no hay ninguna intimidad» en las nuevas instalaciones. «No dispone de separaciones físicas ni la distancia prudente entre las mesas de los empleados públicos donde los usuarios tienen que exponer sus asuntos económicos», señaló, no sin pedir una solución «urgente» a esta situación, ya que la sede temporal estará en dicho edificio antiguo Centro de Oportunidades de El Corte Ingles Supercor al menos durante dos años, según indica.
Para CSIF-Jaén, «no es de recibo para los ciudadanos que cualquier persona que esté en las oficinas pueda estar al tanto de las cuestiones tributarias de los demás usuarios». «El tema tributario es bastante delicado y se puede entender que los ciudadanos sientan aprensión y recelo ante el empleado público si justo al lado, a menos de medio metro, se encuentra cualquier persona, incluso, quizá alguien conocido», prosiguió el sindicato.
Junto a ello, CSIF apuntó que la Administración exige a los empleados públicos cumplir con la Ley de Protección de Datos y la máxima confidencialidad, algo que hacen «con rigurosa fidelidad», mientras que «parece que la propia Administración no es tan escrupulosa» en esta materia, como pide a los trabajadores y como exigen los asuntos que se tratan en esa Administración Tributaria.
Así las cosas, el sindicato ha instado al Gobierno a que cumpla con los requisitos que se les exige a los empleados públicos, que defienda la intimidad de los ciudadanos y la protección de sus datos personales
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