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Las pintadas ensucian la Catedral

Las pintadas ensucian la Catedral

Los servicios municipales limpian parcialmente con agua a presión el muro gótico del templo. Sin noticias de las cámaras de seguridad que se anunciaron en 2008 para proteger precisamente esa zona expuesta al vandalismo

J. E. P.

Miércoles, 28 de diciembre 2016, 00:16

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Los servicios municipales de limpieza lograron ayer por la tarde borrar parcialmente varias de las pintadas hechas en el muro gótico de la Catedral de Jaén días atrás. Algunas de las palabras escritas con spray sobre unas piedras talladas hace quinientos años desaparecieron para un observador poco atento, porque aún se pueden ver los trazos si se mira de cerca. Otras, como una gran 'x' verde, no se pudieron eliminar. Ahí siguen, para indignación de los jienenses, que al margen de declaraciones oficiales sienten el monumento como algo de lo que sentirse orgullosos. Un simple vándalo, seguramente un chaval con un bote de pintura, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la joya arquitectónica de toda la provincia.

La voz de alarma la dio el lunes pro la mañana la Asociación Cultural Patmos-Jaén. Publicaron en su perfil de Facebook las fotos con las pintadas, a modo de denuncia pública. «Pedimos una apertura de diligencias, investigación de un delito tipificado en el código penal. Este muro gótico de la catedral de Jaén necesita vigilancia especial y limpieza diaria. Qué pena», lamentaron desde la asociación.

Las pintadas se hicieron en el conocido como 'callejón de la Mona', la zona más antigua de la Catedral de Jaén, del siglo XVI. Un muro gótico adornado con gárgolas y con figuras con las que le pueblo llano le dio nombre. Al tratarse de un callejón, es la zona más apartada de miradas y más expuesta por tanto a actos vandálicos. «La piedra además es muy porosa en esa zona, por lo que este tipo de actos pueden dañar mucho y hay que actuar con técnicas poco abrasivas para limpiar», señalaba ayer el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas. El Cabildo comunicó el incidente al área municipal de Cultura para que se procediese a la limpieza cuanto antes. Ayer a las seis de la tarde ya habían actuado los operarios de limpieza y las pintadas habían desaparecido en buena medida.

Antecedentes

No es la primera vez que ese callejón sufre actos vandálicos. En 2008 ya hubo una pintada de importancia. Para limpiarla hubo que contratar a una empresa especializada, con experiencia y homologada por la Consejería de Cultura para este tipo de trabajos. No trascendieron sus honorarios, pero fuentes consultadas en el sector precisaron en aquella época que por un trabajo de esas características la factura podía llegar a los 2.000 euros.

A partir de entonces se consideró la necesidad de aplicar tratamientos preventivos a la piedra para impedir que futuras pintadas penetrasen en los poros de la piedra. También se barajó la posibilidad de instalar cámaras en el 'callejón de la mona' y, a la vuelta de la esquina, en la calle Almenas. El concejal Eduardo Castro llegó a presentar públicamente el proyecto.

Las cámaras para proteger la catedral nunca se instalaron. Sí se pusieron en las calles Bernabé Soriano y en Campanas, como advierten varias señales colocadas hace años. No son cámaras de seguridad ciudadana ni de vigilancia de monumentos. Sólo leen matrículas al paso de vehículos (la zona está restringida al tráfico, y se multa a quienes cruzan sin autorización). No tienen ninguna otra función que la de la lectura de la matrícula al pasar cualquier vehículo. No sirven para nada más. Tampoco están conectadas con la central de Policía Local. De hecho no las gestiona la Policía Local. Las imágenes sólo las visiona un funcionario del Ayuntamiento.

«En 2008 el Ayuntamiento nos pidió autorización para instalar cámaras en el entorno del callejón. Lógicamente el cabildo concedió todos los permisos, pero las cámaras nunca llegaron a instalarse», confirmó ayer el deán.

En aquellos años, cuando el Ayuntamiento aún no aplicaba medidas de austeridad a las que lo ha abocado la crisis, el presupuesto anual para limpieza de pintadas ascendía cada año a cantidades de entre 100.000 y 180.000 euros. Hace ahora ocho años hubo una fuerte campaña de limpieza en la zona de San Ildefonso, la Catedral y el Castillo de Santa Catalina, entre otros monumentos. Las pintadas volvieron al poco a todos ellos. En marzo de 2006 un joven de 19 años vecino de Los Villares, Jesús G. G., fue detenido justo después de hacer varias pintadas en la fuente y bancos de la Plaza de la Constitución en las que podía leerse «Da igual que lo borres, volveré de nuevo».

Multas y cárcel

La Ordenanza Municipal de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos Urbanos y de Limpieza de la Vía Pública contempla castigos económicos por este tipo de acciones que van de los 300 a los 30.000 euros. Pero eso es sólo la vía administrativa. Por vía judicial los castigos pueden ser mucho más duros.

La propia Fiscalía General del Estado mandó en 2009 una circular a todos los fiscales para que no se andarán con miramientos cuando se atentaba contra el patrimonio histórico o artístico.

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