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Recorrido por la vida social al aire libre

Recorrido por la vida social al aire libre

Las plazas de Jaén son un punto de encuentro que constituyen un animado centro de actividad cultural y comercial

ALICIA B. SÁNCHEZ

Domingo, 28 de agosto 2016, 00:24

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Los lugares son más fuertes que las personas, el escenario más que el acontecimiento. Una plaza es un signo de la ciudad, a la que asoman los símbolos de los ciudadanos. Poseen un valor físico por el lugar central que aportan a la comunidad, son pequeños pulmones por su vegetación y espacio de encuentro y recreo tanto de niños como adultos. A su vez, constituyen un valor simbólico, por lo que representa para la conformación misma de la ciudad de Jaén, que es casi impensable sin la presencia de estas plazas, pero además un inmenso valor social, pues constituye un espacio de reunión, de generación de lazos entre seres humanos de distintas generaciones y costumbres, así como un lugar de comunión, culturas e historia que valen la pena admirar, contemplar y compartir. Se trata de facilitar un uso social intenso y diverso, promoviendo actividades e incitando la presencia de nuevos colectivos humanos. Asimismo, es un lugar de relación, identificación, de contacto entre las gentes, de animación urbana y, a veces, de expresión comunitaria.

Sin embargo, un problema característico de ellas es la falta de cuidado de las mismas, ya que el poco mantenimiento que se visualiza últimamente de las plazas es una temática preocupante. Se refleja en la basura que en ellos se encuentra, el mal estado de la vegetación existente, el destrozo de bancos y juegos. Existe un grave desgaste del espacio en general. Según el concejal de Mantenimiento Urbano, Medio Ambiente, CEE y área de zonas productivas, Juan José Jódar, se han acometido mejoras en más de 22 plazas y señala como ejemplo que «en las plazas de las vírgenes, situadas en el polígono del Valle, se están llevando a cabo el cambio de arbolado». Asimismo, según refiere la plaza de Belén será pavimentada en los próximos 10 días. Es por esto, que hay que insistir en la necesidad de que se revaloricen estos espacios, creando conciencia ciudadana, a través de su participación activa, adquiriendo juicio crítico al expresar la importancia de estos lugares y por ende, su respectivo cuidado.

Así la plaza de Santa Luisa de Marillac debe su nombre actual a la cofundadora de las Hijas de la Caridad, aunque también se denomina plazuela del Hospicio o de las Herrerías, puesto que en su entorno existían talleres de forja. Preside el conjunto del Palacio del Conde de Villardompardo, alzado sobre los antiguos Baños Árabes. Frente a éste, estuvo el Priorato de San Benito, sede de la Orden de Calatrava, con una notable iglesia donde se celebraban las investiduras de los caballeros de la Orden hasta las primeras décadas del XIX. La plaza por su enclave céntrico está siempre muy concurrida y sirve como zona de encuentro para el vecindario, especialmente tras su urbanización en 1900, en que se dotó de unos pequeños jardines y una fuente procedente de los jardinillos del Mercado, que representa la lucha de un cisne con una serpiente, por lo que es también conocida como la plaza del Pato.

Reseñas históricas

Por otro lado, la actual plaza de la Constitución fue uno de los lugares de moda en Jaén y donde comenzaron a proliferar las primeras cafeterías y es entonces cuando se denominó plaza de las Palmeras. Después de la Segunda República en 1932 se construyó en el centro de la plaza el edificio de la Delegación de Hacienda, dividiéndola y quedando el espacio actual junto a la plaza del Deán Mazas. A su vez, para mejorar el tráfico de la ciudad se reformó en el año 1960 y el monumento a Bernabé Soriano, levantado en 1915 por el escultor Jacinto Higueras fue testigo de estas remodelaciones.

Asimismo, una de las plazas más emblemáticas de Jaén es la plaza de San Francisco, ubicada frente al Palacio de los Vélez, que en la actualidad es la sede del Colegio de Arquitectos de Jaén, y al Palacio de los Cobaleda-Nicuesa. A escasa distancia se encuentra el Mercado de Abastos, fundado a finales del siglo XIX y donde coexisten más de cincuenta puestos para encontrar los mejores productos jienenses. Además, el solar donde actualmente se alza el edificio de la Diputación estuvo ocupado antiguamente por el Convento Casa Grande de San Francisco de Jaén. Este edificio fue residencia de Fernando III de Castilla tras la conquista de la ciudad.

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