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Más del 23% de las viviendas que se vendieron el año pasado en Jaén se pagaron sin financiación bancaria.
Una de cada cuatro casas compradas, 'a tocateja'

Una de cada cuatro casas compradas, 'a tocateja'

A pesar de ello, las entidades financieras están abriendo el grifo y el año pasado dieron en hipotecas 173,4 millones de euros

Jorge Pastor

Martes, 1 de marzo 2016, 00:40

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Atrás, muy atrás, quedan ya aquellos tiempos de vino y rosas en que se compraba una casa y, sin pestañear, daban una hipoteca por el ciento cuarenta por ciento de su valor. Para los muebles y para darse un capricho. Buena parte de lo que se adquiría en esta provincia -y en este país- era con cargo a crédito. Hasta que llegó la crisis financiera y aquel vino se agrió y las rosas se marchitaron. El grifo se cerró durante más de seis años. Hasta que llegó 2015 y ese escenario de restricciones comenzó a cambiar gracias a las medidas de estímulo del Banco Central Europeo -tanto es así que febrero se ha cerrado con el euríbor por primera vez en valores negativos-.

Pues bien, a pesar de ello, a pesar de que los préstamos se han abaratado, el 23,3% de las transacciones inmobiliarias que se registraron el curso pasado en Jaén se pagaron 'a tocateja' (756 sobre un total de 2.486). Sin pedir ni un solo euro a los bancos, un porcentaje que es solo unas décimas inferior al de 2014.

Lo realmente relevante es que las entidades están abriendo el puño. La comparativa de los dos últimos ejercicios no deja lugar a las dudas. Frente a los 2.024 contratos hipotecarios que se suscribieron en 2015, el año pasado esta cifra fue de 2.486. También hay un incremento de las cantidades globales concedidas, pasando de los 141 millones a 173,4 millones. Magnitudes que evidencian algo tan importante como que los 'bancos vuelven a ser bancos'. Es decir, que ganan dinero prestando dinero. Una condición 'sin equa non' para que la economía funcione y la recuperación sea algo más que bonitas palabras.

El paso previo

Todo esto, que haya actividad crediticia y que la gente adquiera viviendas, es el paso previo para algo que ya está sucediendo. Que la construcción se reactive. Este sector, que llegó a igualarse con la agricultura en aportación al Producto Interior Bruto de Jaén, afronta ya este 2016 con unas expectativas favorables. Varias razones lo corroboran. La primera y principal es que, después de un letargo que parecía no tener fin, algunos inmuebles sí se están haciendo o están previstas para los próximos meses. Según los datos facilitados por el Colegio de Arquitectos de Jaén, el año pasado se visaron un total de 437 viviendas, lo que supone un aumento interanual del veintiséis por ciento. Estamos a años luz de la época del boom. Incluso bastante lejos de lo que sería razonable. Pero el hecho cierto es que si hay más expedientes sellados, habrá más grúas en los cielos y más albañiles en las obras -también más arquitectos y aparejadores-.

En este 2016 debería mantenerse, por tanto, la tendencia favorable iniciada en 2015. Y cuyo efecto más positivo quedó reflejado en la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al último trimestre. El 'ladrillo' creó empleo por primera vez desde que estalló la crisis. El curso 2015 se cerró con 9.500 ocupados, cuando el año anterior había terminado con 8.600. Son únicamente novecientos más, pero es que los últimos años se habían producido caídas de tres mil o cuatro mil. Hay más trabajo porque hay algo más de movimiento, fundamentalmente vinculado con el ramo de las reformas.

Según los constructores, este repunte en la contratación está lejos aún de los veinte mil trabajadores que, según la patronal, marcarían el óptimo y denotarían que existe un volumen de proyectos lo suficientemente representativo para que la generalidad de las empresas de este gremio sean viables.

Ahora, en efecto, todo se centra en la rehabilitación, especialmente en aquellos edificios que tienen más de cincuenta años y en los que se ha observado alguna deficiencia tras el paso de la Inspección Técnica de Edificios. Uno de los principales revulsivos será el Plan de Rehabilitación y Vivienda que se desarrollará entre 2016 y 2020 y que la Junta de Andalucía ya ha comenzado a presentar.

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