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Edificio del juzgado y Fiscalía de Menores.
«Tenemos miedo, nuestro hijo nos pega y no sabemos hasta dónde puede llegar»

«Tenemos miedo, nuestro hijo nos pega y no sabemos hasta dónde puede llegar»

Unos padres se enfrentan al drama de llevar a su hijo, de 15 años, a la Fiscalía de Menores después de que el sábado agrediese al padre y el lunes a la madre

Juan Esteban Poveda

Jueves, 11 de febrero 2016, 01:08

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«Nuestro hijo nos pega. No podemos llevar una vida normal (...) Tenemos miedo, y no sabemos hasta donde puede llegar». Es el testimonio de unos padres que esta semana se han visto en el trance de tener que denunciar a su propio hijo ante la Policía Nacional y la Fiscalía de Menores ante las continuas agresiones que sufren ellos y otro hijo del matrimonio. Insultos, menosprecios y golpes. La gota que colmó el vaso fue una agresión que sufrió la madre el lunes por no dejar al menor, de 15 años, jugar al ordenador porque no había hecho los deberes. «No es un caso aislado», dicen desde la Comisaría. En los últimos años la Fiscalía de Menores viene alertando sobre el aumento de hechos violentos protagonizados por menores contra sus propios padres. Normalmente la primera denuncia llega cuando ya se han producido muchas agresiones y los padres, impotentes, no ven solución alguna.

51

  • últimos datos

  • La Fiscalía de Menores de Jaén abrió en el último año completo del que hay registros un total de 51 expedientes por casos de violencia doméstica con menores de edad implicados. En 2009, cuando comenzaron a percibirse señales de alerta sobre este problema, hubo en Jaén 10 sentencias penales por violencia familiar dictadas en los juzgados de menores. Un lustro más tarde, en 2013, ascendieron a 21, de las que todas fueron consideradas delitos y ninguna falta. Al año siguiente se hablaba ya de más del doble de expedientes.

El lunes a las 16.10 horas la sala del 091 recibió la llamada de alerta por un episodio de violencia en un hogar. Un menor la estaba liando. Cuando llegó la pareja de agentes más cercana se encontraron la casa revuelta y a unos padres hundidos. Relataron que uno de sus hijos acababa de agredir a la madre. Estaban en el salón. El menor dijo que iba a poner un vídeojuego. La madre le respondió que no podía, que esa tarde no había hecho los deberes y que estaba castigado. Que jugase a otra cosa o se pusiera a ver la televisión, pero que no había videojuegos.

Patadas y golpes

Según la denuncia, el menor montó en cólera, comenzó a proferir insultos, dio patadas a las puertas y los muebles y golpeó a la madre con varios puñetazos. La mujer tuvo que acudir a un centro médico. «Cuando salga de donde me lleven ahora los policías me encargaré de vosotros», llegó a decir el menor antes de salir de la casa con los agentes.

El sábado anterior se había producido otro altercado en la casa por el uso de un aparato de calor en el domicilio. Se produjo una discusión y el menor acabó dándole a su padre una patada en el pecho, según relataron los padres.

Tras poner denuncia ante la Policía Nacional, los padres fueron a la Fiscalía de Menores a pedir ayuda. El menor tiene diagnosticado un trastorno neurosiquiátrico que provoca tics y que en algunos casos se asocia a la exclamación de obscenidades y frases inapropiadas socialmente. Pero que no explica un comportamiento tan violento.

Defensor del Menor

El Defensor del Menor andaluz publicó el año pasado un informe que lama la atención sobre el avance de esa cruda realidad, impensable hace décadas.

Durante el año 2013, del total de sentencias impuestas a personas de 14 a 17 años (4.480) en las ocho provincias andaluzas, 510 de ellas fueron por violencia en el ámbito familiar, lo que representa un 11,4% del total, según datos oficiales recogidos por el Defensor.

Los equipos técnicos de Fiscalía describen a los menores que incurren en estos delitos como egocéntricos, con falta de habilidades sociales, con fracaso escolar, materialistas, que no acatan normas, y con problemas severos de drogadicción o de salud mental.

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