La directora del Conservatorio presenta su dimisión ante el malestar por su gestión

El lunes es un día importante para los alumnos del Conservatorio Superior de Música de Jaén. Celebran su patrona, Santa Cecilia. Pero en esta ocasión también había organizado otro evento que poco o nada tiene que ver con fiestas. Todo lo contrario. Había convocada una concentración, en la que estaba prevista la presencia de alumnos y profesores, para pedir la dimisión de la directora, Inmaculada Báez, por una serie de circunstancias que, según fuentes de la propia Junta, están siendo ya investigadas por la Inspección. Pero la protesta quedará posiblemente en suspenso.Resulta que a la una de la tarde de este viernes Inmaculada Báez remitía un correo a la comunidad educativa informando de que había comunicado a la Delegación su decisión de dejar su cargo, agregando que se mantendrá en sus funciones hasta que la delegada Yolanda Caballero notificase la resolución. Desde la Junta aseguraron anoche, sin embargo, que «no existe constancia oficial» de esta dimisión.

Representantes del alumnado hablan de que la «situación era insostenible a causa de la mala gestión» y aseguran que desde hace meses se solicitaba que Báez dejara sus responsabilidades. Este malestar había llegado hasta la Delegación, que había tomado la decisión de que la Inspección analizara en profundidad los hechos denunciados, «a fin de normalizar cuanto antes la situación y la convivencia en el Conservatorio». ¿Cuáles eran los hechos denunciados? Pues los propios estudiantes se refieren a una multiplicidad de causas, como desinformación, asignaturas optativas que se convertían en obligatorias, inexistencia de un calendario de exámenes, cursos y eventos, escasa promoción de conciertos imprescindibles para el desarrollo artístico, falta de material esencial como instrumentos o partituras, etcétera.

Ya en junio el claustro de docentes apuntó la conveniencia de Báez renunciara y ésta, al parecer, requirió que le dejaran tres meses para reconducir los problemas. El 21 de septiembre se produjo la primera movilización del alumnado, que leyó un manifiesto explicando las quejas y reclamando soluciones inmediatas. Se acordó entonces otro mes de plazo para subsanar todas las anomalias. El 23 de octubre la cuerda se tensó un poco más. Justo antes de que Báez pronunciara su discurso inaugural, los estudiantes que había en el patio de butacas dieron la espalda a Báez, un acción que fue recogida por los medios allí presentes, un gesto con el que se trasladaba a la opinión pública el malestar existente y algo más que un toque de atención para las autoridades educativas. Después vinieron votaciones no vinculantes cuyo resultado infería el cese de Báez y la redacción de un informe que fue planteado al Consejo Escolar. El último capítulo se acaba de escribir, con el anuncio de Báez de que deja la dirección del Conservatorio.