Jaén 'redescubre' la zarzuela

Con la boca abierta o una sonrisa grabada. Así se quedó más de uno anoche en el Teatro Infanta Leonor durante la representación de El niño judío, una zarzuela que conectó con el público jienense. Registró una gran entrada, con la localidad a 18 y 25 euros. La comedia musical, en clave de humor y con una exótica atmósfera oriental sin perder la esencia costumbrista, de Pablo Luna, estuvo representada por la Compañía Lírica de Andalucía, con dirección musical de Rafael Garrigós y dirección escénica de Juan Corpas.

Lleva nueve años funcionando y ha estado de gira por Málaga, Sevilla, Valencia, Granada, Linares o Úbeda, entre otros destinos. La media de edad de los integrantes es de unos 35 años y en torno al ochenta por ciento de ellos son jienenses y el resto, andaluces o con una fuerte vinculación con el Santo Reino. Solo hay otra compañía de zarzuela de estas características en toda Andalucía.

El niño judío es mezcla de opereta, comedia, musical e incluso road movie (va de Madrid a la India). Se compuso en 1916 (con libreto de Antonio Paso y Enrique García Álvarez y música de Pablo Luna) y un siglo después parece escrita en la actualidad, «con gags que son totalmente actuales y un lirismo brutal», según destaca el propio Puig. Llegó a tener sobre el escenario a la vez más de una treintena de artistas, emulando a los grandes musicales actuales o a óperas de primera magnitud. El coro cuenta con 25 integrantes a los que se suma un ballet de cuatro miembros y cuatro o cinco solistas. La orquesta está formada por otra treintena de profesores de música.

Al frente de la compañía se encuentran Alberto Puig, director de la compañía junto a Gema García, Cecilia Cuevas, directora musical de coro, Juan Corpas y Rafael Garrigós, directores de escena.

La escenografía incluyó tres ambientes diferentes (una librería, un mercado sirio y un palacio hindú), lo que confirió mayor espectacularidad y el colorido necesario a la obra. No obstante, esto una dificultad añadida para su puesta en escena en los últimos años en los grandes teatros nacionales.

Obra muy coral

El público jienense pudo disfrutar de una obra muy coral, con muchos personajes con papeles destacados, y disfrutar de un montaje solvente y de la importancia del puesto en marcha por esta valiente compañía, sin más subvención o ayuda que la taquilla. En años anteriores ya se atrevieron con otras obras de zarzuela, como La Verbena de la Paloma o fragmentos de El barberillo de Lavapiés, o Agua, azucarillos y aguardiente.