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Escolares caminan hacia sus aulas, bien pertrechados ya con abrigos y las mochilas repletas de libros y material escolar. :
La cuesta que cuesta

La cuesta que cuesta

A pesar de que los libros de texto son gratuitos para los alumnos de Primaria, el coste de recuperar la normalidad en septiembre supone un desembolso de cientos de euros para las familias jienenses

Jorge Pastor

Miércoles, 26 de agosto 2015, 00:43

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Con el recuerdo de los atardeceres playeros, mojito en mano y pies en remojo, la cruda realidad de la rutina enseña nuevamente sus cuernos. Estamos a 23 de agosto. Queda una semana para recuperar la normalidad. Y son miles y miles de familias de Jaén quienes afrontan ya el proceloso cambio de chip. Después de siete años largos de crisis, la inmensa mayoría de los mortales 'conviven' con la cuesta desde enero hasta diciembre, pero el 'repecho' del mes que viene sigue requiriendo un esfuerzo especial para las maltrechas economías domésticas. El coste de la cotidianeidad, que dicen algunos. Toca llenar la nevera, equipar a los zagales con ropa de invierno, llenar las mochilas con material para afrontar un nuevo curso -comenzará el próximo día 10-, afrontar las facturas de cualquier casa... y así hasta el 'infinito y más allá'. Y ojo, que después viene octubre con la feria de San Lucas, luego noviembre con los Santos y por último la 'espuela' de diciembre y los fastos navideños. Un trimestre 'interesante' en Jaén.

El retorno a las aulas lleva usualmente aparejados una serie de gastos, aunque en esta ocasión el trance será menos doloroso para los padres de los 40.000 zagales que cursan Primaria y que este año no tendrán que pagar nada por los libros -el abono ya se produce vía impuestos-. Y es que la entrada en vigor de la nueva ley educativa, la Lomce, ha implicado también cambios en las materias que obligan a una renovación integral de los manuales. Hasta ahora se hacía de forma sistemática con los de primero y segundo, por aquello de que los chavales tienen que pintar y escribir. Pero en esta ocasión la medida se ampliará también a los de tercero, cuarto, quinto y sexto. Todos ellos recibirán un 'cheque-libro' -realmente la inmensa mayoría de ellos los recogieron cuando acabaron las clases, hace dos meses- por un importe que oscila entre los 120 y los 160 euros.

Recuperar las rutinas de forma paulatina

  • La 'vuelta al cole' supone, a menudo, un importante y difícil cambio que el menor deberá afrontar, volviendo a la rutina después del periodo vacacional. Por ello, desde UCA-UCE se aconseja ir adaptando y preparando paulatinamente estos cambios en los horarios y actividades de los menores. Aseguran al respecto que es conveniente este periodo de adaptación para luego sobrellevar bien los cambios, adoptar hábitos saludables como dietas equilibradas, ejercicio físico, horas de sueño, organizar horarios, etc., que permitirán una mejor adaptación para afrontar el nuevo curso escolar.

Dinero que no tendrán que apoquinar directamente esta vez las familias de Jaén, pero que sí sale de las arcas de la administración autonómica por obra y gracia del Programa de Gratuidad de los Libros de Texto que funciona desde hace años en la comunidad andaluza y que todos los años cuenta con cantidades consignadas en los presupuestos de la Junta.

Revulsivo para las librerías

Un ahorro para los hogares -el año que viene se repetirá la medida en Secundaria- y un revulsivo para las librerías, un sector duramente castigado en los últimos años por la crisis, por la bestial competencia en todo lo referente a artículos de papelería y por la irrupción de los formatos digitales en el mundo editorial y la proliferación de canales ilegales para el acceso a esos contenidos. El presidente de la Asociación de Librerías de Jaén, Francisco Miguel González (Papelería Escolar), dice que las previsiones para este septiembre son realmente buenas «después de tres años en caída libre». «Aún es pronto para hacer cálculos rigurosos, pero es probable que las ventas se puedan duplicar respecto al mismo periodo del año pasado», señala Francisco Miguel González, quien insiste en la necesidad de llevar a cabo una calendarización, de tal forma que los cambios de libros se hagan de una forma más secuencial año tras año, una fórmula que ha sido planteada por el gremio y por las asociaciones de padres. Y es que, tradicionalmente, las primeras semanas del mes que viene concentran la mayor afluencia de público a estos establecimientos y entre el 30 y el 35% de la facturación de todo el ejercicio. En principio, según aclara Francisco Miguel González, no se espera que esta punta de demanda vaya a tener un gran impacto sobre la generación de puestos de trabajo, «más allá de los refuerzos puntuales que se puedan acometer en las jornadas clave y de mayor actividad».

Más que libros

Pero, lamentablemente, el apartado 'libros' no es el único relacionado con la 'vuelta al cole'. Un estudio elaborado por la UCE en Jaén -referente a 2014 pero perfectamente extrapolable a la actualidad- dice que el capítulo 'material' se lleva unos 75 euros si se trata de un colegio público, 100 si es concertado y 130 euros si es privado. Mientras que el 'transporte escolar', en función igualmente de esa misma tipología de centros, oscila entre los 50, 60 y 80 euros mensuales. Respecto a los uniformes, el importe varía también de forma sensible, entre los 150 y los 270 euros. Dinero al que habrá que agregar otros gastos básicos para el día a día. Para la clase de educación física se necesitarán un chándal y unas zapatillas deportivas -el valor de ambas prendas puede rondar los 90 euros-. Y si el vástago ingresa en Preescolar o Infantil, no está de más proveerse de un babero (24 euros). Aprovechando el inicio de temporada, también se suelen adquirir otro 'equipamiento' como chaquetón (40 euros), zapatos (30), camisetas (entre 12 y 15) y conjuntos de calle (35).

Otro de los desembolsos 'típicos' de estas fechas ya casi postvacacionales es reponer la despensa que se quedó literalmente tiritando antes de marchar y de apurar las últimas viandas que quedaban en la nevera. No es ninguna tontería. Expertos, que también los hay para este tipo de asuntos, consideran que estamos ante el segundo mayor gasto en alimentación que se realiza a lo largo de todo el año, tras los atracones navideños. ¿Cuánto? Pues depende de múltiples factores, como el número de miembros que tenga la familia o de que se trate de paladares más o menos exquisitos, pero estamos hablando de cantidades que oscilan entre los 100 y los 150 euros -habrá muchos a los que estos números les resulten cortos o exagerados-. Los supermercados son perfectamente conscientes y se enzarzan en una guerra sin cuartel por llevarse esa segunda gran compra del año. Todas las cadenas con mayor implantación en la provincia, sin excepción, andan a la gresca en esta especie de batalla en la que, teóricamente, los grandes beneficiados son los consumidores. Desde luego las ofertas 'entran por los ojos'.

¿Cuánto pagará de luz?

También toca 'rascarse el bolsillo' para sufragar servicios domiciliarios. Y lo hará tras haberse preguntado previamente «¿cómo pago tanta luz si apenas ha estado en casa en las últimas semanas?». No se preocupe porque ni le han facturado mal este mes ni le tienen por qué haber cobrado de más. Simplemente es que el recibo de la electricidad tiene tantos costes inamovibles que el impacto del consumo que realice es pequeño en la cuantía final si se compara con el importe total de la factura. Siempre va a pagar unos importes mínimos, a pesar de rebajas como la última que está aplicando el Gobierno desde agosto hasta finales de año. El descuento es del 2,1%, pero no sobre lo que vaya a apoquinar, sino sobre una parte de los múltiples y complejos conceptos que se incluyen en todas las facturas.

Para empezar, hay que tener en cuenta que el consumo de luz que realice -lavadora, frigorífico, vitrocerámica, aire acondicionado en verano, calefacción eléctrica en invierno o iluminación general de su casa- determina aproximadamente un 25% de su recibo. Se trata de una cifra que puede cambiar cada mes, pero que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcula en torno a ese porcentaje. Por tanto, por poco que haya encendido la luz últimamente, tres cuartas partes de su factura ya están asignadas en el recibo que se emitirá en septiembre. Incluso aunque estas vacaciones haya cortado el suministro eléctrico al cerrar su hogar, esas cuantías se encuentran preparadas para ser cobradas por su compañía eléctrica.

Los costes fijos del sistema dependen exclusivamente de las decisiones que vaya tomando el Gobierno. En 2015, tras la reforma energética implantada hace más de un año, el importe de esta parte de la factura se encontraba congelado por decisión del Ministerio de Industria. Para un consumidor que se encuentre acogido al mercado regulado -puede cerciorarse de esto en su factura a través del Precio Voluntario del Pequeño Consumidor 'PVPC'-, debe soportar, sólo en concepto de potencia instalada, un coste de 38,04 euros al año por cada kilovatio contratado -unos 3,17 euros al mes por kw- más otros cuatro euros al año -unos 0,33 euros al mes- por el margen de comercialización fijo. En total, unos 3,50 euros al mes. Además, aunque su consumo sea nulo, tiene que pagar los tributos, que en este caso se aplican sobre el importe de los costes fijos: el 5,11% del Impuesto de Electricidad y el 21% adicional del IVA. Sólo con todos estos conceptos está completado el 75% del recibo que le emiten cada mes. El 25% sí que depende de su forma de usar la energía en casa.

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