¿Vuelve la fiebre por la bicicleta?

Son menos de diez kilómetros los que unen las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, Úbeda y Baeza, mediante un carril bici. La Junta de Andalucía lo construyó y lo puso en servicio en enero de este año. Desde entonces, es muy frecuente ver a ciclistas circulando por esta zona, al igual que a vecinos paseando. Y eso a pesar de que los árboles plantados aún no dan sombra. A esta intervención se sumará en breve la pasarela ciclista sobre el ramal de conexión entre la A-32 y la A-316 entre ambas ciudades, cuyas obras fueron adjudicadas la semana pasada por la Consejería de Fomento.

También el carril bici de Alcalá la Real, construido en 2010, forma ya parte de la rutina deportiva de los alcalaínos, igual que la vía verde entre Jaén y Los Villares, pasando por Jabalcuz.

Linares es un ejemplo de movilidad sostenible. La Junta ya ha adjudicado el nuevo tramo de carril bici urbano, que permitirá prolongar algo más de medio kilómetro el actual carril existente en Los Jarales junto al Parque de Cantarranas.

«Con este proyecto, pretendemos dar continuidad al carril bici existente que finaliza en la glorieta de la Cabria e inicio de la calle Áurea Galindo, para que se conecte con el parque existente en el cruce de esta vía con la calle Pintor Juan Gris», detalló el delegado de Fomento, Rafael Valdivielso, cuando dio a conocer el proyecto, que forma parte de una idea todavía más ambiciosa, en la que el Ayuntamiento de Linares plantea poder unir en los próximos años las entradas este y oeste de la ciudad a través de un carril destinado para ciclistas, de aproximadamente cuatro kilómetros de longitud. «Con este nuevo tramo quedaría pendiente únicamente la conexión desde Cantarranas a la Avenida del Pisar, y continuar por Eriazos hasta la Ermita, conectando dos entradas a Linares», defendió el alcalde de Linares, Juan Fernández, sobre la ampliación del carril bici en la ciudad.

La apuesta por la movilidad sostenible en Linares con el uso de la bicicleta pretende no limitarse a la creación de infraestructuras que favorezcan el uso de la bicicleta, además, de la mano de colectivos como 'Linares en Bici', se apuesta por la promoción de la movilidad sostenible a través de un convenio dirigido al fomento del uso de este medio de transporte, la concienciación ciudadana y el desarrollo de actividades para su potenciación.

¿Qué pasa en la capital?

Pero, ¿qué pasa con Jaén capital? Para empezar, en un principio las inversiones que se han hecho o se están haciendo aún en Úbeda y Baeza y Linares, correspondían a un proyecto previsto para Jaén, de en torno a 3 millones de euros, que el Ayuntamiento de la ciudad rechazó este pasado mandato, alegando que hacían falta otro tipo de inversiones, antes que la bicicleta. De poco sirvió la explicación de la Junta de Andalucía de que los fondos, enmarcados en el Plan Andaluz de la Bicicleta, y que provienen de Europa, son de carácter finalista, es decir, no pueden destinarse a otro fin.

Quizás el Ayuntamiento basó su decisión en el escaso uso que se da, a día de hoy, a los once kilómetros de carril bici que tiene servicio la ciudad, y que se concentran, sobre todo, en la zona Gran Eje-Fuentezuelas, en el entorno de la Universidad, en la carretera de Madrid (trazado de tranvía), y el ya mencionado a Los Villares.

Quedarían por construir dos fases más del Distribuidor Norte, que unirían desde la rotonda de la pajarita hasta la fábrica de cerveza; la Ronda Este, entre la calle Ben Saprut y la glorieta de Ifeja; y la nueva variante sur, que uniría la A-6050 con la variante. Para todo ello, de momento, no hay fecha y todo, según el delegado, por la «visión torticera de la ciudad, de coches y parking, que tiene el Ayuntamiento de Jaén (PP)».

Valdivielso reconoce el problema de las cuestas, pero asegura que Jaén «sí puede ser una ciudad para ir en bicicleta», «pero si no se fomenta el transporte público sostenible y no se crean infraestructuras, no se puede potenciar». «La gente no va a dejar el coche para usar el transporte público de un año para otro, es un trabajo más a fondo. En cuatro años, cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por PSOE e IU se construyeron variantes, el tranvía y el consorcio metropolitano con sus tarjetas. Se trata de cambio de filosofía, pero cuatro años no fueron suficientes», afirma.