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Olivareros recogiendo aceitunas en una explotación de Mancha Real.
Los olivareros liquidan otro mes con el aceite un euro más caro y siguen compensando pérdidas

Los olivareros liquidan otro mes con el aceite un euro más caro y siguen compensando pérdidas

A pesar de que la demanda se redujo el mes pasado un 23%, los beneficios de los aceituneros jienenses subieron 18 millones

Jorge Pastor

Sábado, 18 de abril 2015, 00:17

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Superada ya la mitad de la campaña olivarera, con los olivos a punto de abrir, el mercado continúa su proceso de autorregulación. Y los olivareros afinando la calculadora porque por ahora, a pesar de que la producción ha caído casi un 55% en el conjunto de España, las cuentas les siguen saliendo. Las matemáticas son sencillas. Pongamos la lupa en el último mes computado por la Agencia de Información y Control Alimentarios, o sea marzo, y en el mismo periodo del año anterior. Pues bien, frente a los 261,3 millones de euros que facturaron doce meses atrás, en esta ocasión han alcanzado los 332,1 millones de euros. Estamos hablando de un incremento de casi 71 millones de euros -unos 18 millones más en el caso de Jaén- que despejan muchas dudas respecto al presente y que también sirven para compensar las pérdidas del pasado -para hablar de futuro, aunque sea a medio plazo, habrá que ver cómo se da el inminente proceso de polinización y hacer un primer análisis del potencial productivo de los árboles-.

¿Y por qué este aumento de los beneficios? Pues básicamente porque el kilogramo de aceite de oliva se está vendiendo ahora casi 1,20 más caro. Por eso, pese a que envasadores e intermediarios compraron el mes pasado un 23% menos que hace un año, las ganancias crecieron en 18 millones de euros en la provincia en la comparativa interanual. Buenas noticias para los 110.000 olivareros jienenses y para la economía de Jaén. Y es que, más allá de que en la última cosecha se redujera el número de jornales en cuatro millones, la agricultura es la única actividad productiva que, según el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE), sigue requiriendo mano de obra con cierta consistencia en Jaén. El campo, la primera industria en la mayoría de pueblos a este lado de Despeñaperros, está funcionando y eso lo agradecen comerciantes, hosteleros, etcétera.

La cuestión es que no está habiendo excesivas tensiones... por ahora. El 'oro líquido' se está estabilizando en torno a los tres euros por kilogramo y posiblemente así seguirá en los próximos meses. En estos primeros seis meses de ejercicio las cooperativas y almazaras han despachado un promedio de 118.000 toneladas al mes. En total, 708.200 toneladas. En caso de continuar por estos derroteros harían falta, por tanto, otras 708.200 para garantizar el abastecimiento en España y las exportaciones. Pero no, según la estadística de la Agencia de Control Alimentario, sumando las existencias que quedan en las fábricas (468.800 toneladas), las que guardan los envasadores (208.600 toneladas) y los restos que quedan en el Patrimonio Comunal Olivarero (9.600 toneladas) nos quedamos en 687.100 toneladas. Estamos, por tanto, ante un déficit de 21.100 toneladas que nos sitúa ante un escenario de inexistencia de 'stock' y dependiendo ya, con vistas al próximos curso, de lo mucho o poco que proporcionen los olivares.

Salidas a la baja

Hablamos de proyecciones aritméticas en función de la situación actual y dando por buena la hipótesis de que la demanda se mantendrá en los parámetros actuales. Pero esto no sucederá por varios motivos. El primero y principal es que el volumen mensual de salidas tenderá a la baja porque el aceite se tiene que apreciar sí o sí, dejando atrás esa barrera de los tres euros. De hecho, si ponemos el foco nuevamente en marzo, observamos que hace un año salieron 146.000 toneladas y que ahora se han contabilizado 112.200 toneladas. Ése es el principal efecto de que el producto se haya evaluado más de un euro. Las exportaciones se han reducido en 34.400 toneladas, mientras que el consumo en España ha mejorado levemente, unas 600 toneladas. Se repite la historia. Cuando las aguas están revueltas, las grandes fluctuaciones se producen fuera, mientras que aquí, en España, la gráfica se mantiene más o menos constante.

A todo ello se une la decisión de los consejos rectores de muchas sociedades cooperativas de 'sellar' algunos tanques de su bodega, a fin de mantener unos mínimos de almacenaje para atender los pedidos de sus clientes habituales en el medio plazo.

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