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Jóvenes con teléfonos móviles, herramientas que para las jóvenes protegidas por la UPAP son un elemento de seguridad.
Nueve adolescentes 'viven' con un policía que las protege de agresiones de sus novios

Nueve adolescentes 'viven' con un policía que las protege de agresiones de sus novios

Un agente está pendiente de ellas las 24 horas del día para actuar de inmediato por si se genera una situación de peligro

Juan Esteban Poveda

Miércoles, 4 de marzo 2015, 01:43

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Nueve adolescentes de entre 14 y 17 años viven en la provincia de Jaén con un policía que se encarga personalmente de evitar que vuelvan a ser maltratadas o vejadas por sus novios. Las nueve menores viven pendientes del teléfono móvil las 24 horas del día. Al otro lado de la línea, un agente de la UPAP (Unidad de Prevención, Asistencia y Protección) se encarga de su caso. De llamarlas si ellas pasan muchos días sin dar señales de vida. Ellas saben que el Policía responsabilizado de su seguridad está disponible las 24 horas por si en cualquier momento hay peligro. Se trata de una medida de protección para mujeres maltratadas. Lo que llama la atención es que ellas aún no son mujeres. Son adolescentes.

Actualmente el número de mujeres con protección policial por asuntos de malos tratos en la provincia supera las 300 . De ellas, nueve son menores. Como prácticamente todas las adolescentes, no se separan del teléfono móvil. En el instituto, en la calle con la pandilla ... Aunque ellas tienen un motivo más para tener el terminal siempre a mano. Apenas ven a la persona que les agredió o intuyen que está cerca solo tienen que marcar el número de su agente. En unos minutos llegará una dotación policial.

Además de permanecer siempre alertas a una llamada, los agentes también trabajan con los denunciados. Se les informa de que no pueden acercarse a la chica. Que se meterán en líos. También los evalúan para distinguir niveles de riesgo.

Sin casos graves

«No es frecuente que se den casos de menores maltratadas por sus novios, pero se dan cada cierto tiempo. En los últimos años no hemos tenido conocimiento de agresiones especialmente graves con menores como víctimas, pero sí de situaciones de violencia física puntual, de control de las relaciones, de dominio y de vejaciones», explica en juez Miguel Sánchez Gasca, del Juzgado de Violencia contra la Mujer de Jaén. Si acuden a su juzgado es porque los maltratadores son mayores de edad. Porque maltratadores menores también hay, aunque son casos excepcionales. «El año pasado hubo dos procedimientos judiciales y el anterior tres», señala Pilar Sánchez Alcaraz, Fiscal de Menores de Jaén.

Sánchez Gasca señala que al igual que pasa con víctimas de maltrato mayores de edad, algunas de las menores involucradas en estas situaciones ratifican sus denuncias en sede judicial mientras que otras niegan ser víctimas y quieren mantener su relación. «Se investigan todos los casos, y si se ve que es cierto se toman medidas para evitar que el agresor se acerque. Aunque ella quiera verlo, se cuenta con la colaboración de los padres, familiares y amigos para garantizar su seguridad», explica.

Sánchez Gasca resalta que sin llegar a ser menores, sí hay un elevado porcentaje de mujeres de 18 años o del entorno de los 20 años que acuden a su juzgado como víctimas. «Parece una contradicción, que los malos tratos son cosa del pasado, de mentalidades antiguas. Pero se siguen dando en personas muy jóvenes. ¿Por qué se dan?», ser pregunta.

En temas de menores, una de las referencias a nivel nacional es el juez Emilio Calatayud, titular del Juzgado de Menores 1 de Granada. «Es indignante que haya niñas protegidas para evitar que sus novios las agredan. En cuanto una chiquilla siente que su novio, amigo o lo que sea empieza a controlarle los horarios, la forma de vestir, etc. debe mandarlo a tomar viento. Así de claro. Y por mi experiencia veo que en las relaciones de pareja tempranas suele haber bastantes 'controladores' de estos. Y ellas tienden a pensar que esa 'vigilancia' es la prueba de que ellos las quieren mucho, pero se equivocan. Es todo lo contrario. Las niñas tienen que aprender a decir 'no' y lo chicos tienen que saber que cuando ellas dicen que 'no', es que 'no'. Es una cuestión de educación, educación y educación», avisa el magistrado.

Confusión

Los especialistas en la materia han constatado que las adolescentes son menos proclives que el resto de las mujeres a denunciar el maltrato. Confunden la violencia con la pasión que se supone entraña toda relación amorosa. Además, los padres de las víctimas desconocen lo que les está ocurriendo a sus hijas. Por este motivo, las fuerzas de seguridad acostumbran apelar a las amigas de las víctimas a que «den la voz de alarma».

Según un informe de la Fiscalía de Menores de Sevilla, los casos de adolescentes maltratadas se han multiplicado por tres en los últimos tiempos en Andalucía. Las estadísticas sociológicas muestran una tendencia: Uno de cada tres jóvenes considera «inevitable, o aceptable en algunas circunstancias» la supervisión de horarios de la pareja, impedir que esta vea a su familia o amigos, decidir por ella si puede estudiar o trabajar, vigilar su teléfono móvil o imponer qué puede o no puede hacer. Los datos son de una encuesta del Ministerio de Sanidad.

El Programa de Atención Psicológica a las Mujeres Menores de Edad Víctimas de Violencia de Género en Andalucía persigue dar una atención a las adolescentes que sufren maltrato. «El objetivo es prevenir la violencia psíquica y física en las menores. «En la mayoría de casos la menor ya ha sufrido un importante deterioro psicológico, por eso es imprescindible que todos los agentes sociales: profesores, psicólogos, padres, sanitarios, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y administraciones, trabajemos más coordinados», dicen los expertos.

El Observatorio Andaluz de Violencia de Género ha creado una comisión para analizar y mejorar los recursos contra la violencia de género entre los adolescentes.

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