El fin de la 'renta antigua' liquida casi un siglo de historia de Almacenes el Pósito

El trajín de los empleados con sus batas grises, el sonido de las legumbres al caer sobre el papel de estraza camino de la vieja báscula Berkel fabricada en La Rambla de Cataluña, las últimas tripas de salchichones Sendra de Vic, los vinos, los aceites, las raspas de bacalao salado ... Olores, imágenes, sensaciones que han acompañado la vida cotidiana de los jienenses desde hace prácticamente un siglo en la esquina del Pósito con la calle Pescadería. Un comercio con arraigada filosofía. «El cliente es la sangre vital de nuestro negocio», dice el punto 10 del decálogo comercial que cuelga en una pared. Los diez puntos empiezan con la palabra cliente. 'Almacenes el Pósito, Antonio Martínez Ruiz (hijo y sucesos de Antonio Martínez y Martínez), coloniales al por mayor' -según reza y viejo cartel que da a la calle- colgó en sus escaparates una nota: «El próximo 31 de diciembre esta empresa cesará su actividad. Agradecemos a nuestros clientes, proveedores y empleados su fidelidad durante sus más de 90 años de historia».

Los empleados atendían con la misma amabilidad de siempre. El cliente, siempre el cliente. Uno pasa a la trastienda a avisar que hay periodistas. El propietario sale pero prefiere no hacer comentarios. Solo asiente cuando se le pregunta si el fin de la renta antigua tiene algo que ver. El mismo problema que se ha llevado por delante en los últimos meses otros negocios de toda la vida de Jaén, tan señeros como El Bodegón, Guitérrez, Luipe o Pioneros.

Todos los alquileres anteriores a 1985 tenían la consideración de «renta antigua». Una losa para muchos propietarios de locales en las zonas más comerciales de la ciudad que percibían alquileres bajísimos. La Ley de Arrendamientos Urbanos de 1995 vino a poner fin a esa situación, con una moratoria de veinte años para esas «rentas antiguas», una prórroga que finalizará el próximo 1 de enero de 2015.

Desde ese momento estos «arrendadores antiguos» pasarán de pagar una cantidad prácticamente simbólica, a regirse por las leyes y las cotizaciones del mercado, lo que significa multiplicar por tres, o más, la mensualidad que están abonando hoy día. Para muchos, la puntilla tras siete años de crisis.

Según un reciente estudio, un quince por ciento de los arrendamientos comerciales son anteriores a 1985. Unos 1.800 en Jaén. Puede ser la circunstancia que acabe de destrozar el tejido comercial urbano, muy castigado en los últimos años. En 2007 había 16.227 establecimientos con actividad comercial. En 2013, quedaban 11.246, según el Anuario Económico de La Caixa.

La Junta de Andalucía pidió recientemente una prórroga al entender que el cambio «posiblemente impida la viabilidad» de miles de pequeñas empresas y autónomos, «pérdida de empleo y de dinamismo económico», sobre todo en el cascos históricos de las poblaciones, por lo que desde el Gobierno andaluz se ve «con absoluta preocupación». Y es que, según ha añadido, el tener que adecuarse al precio de mercado puede suponer el incremento de las actuales rentas de alquiler «multiplicado por 400», algo que «no va a ser asumible por las cuenta de resultados de los negocios».