Un jienense atrapado 12 horas en el tiroteo del Parlamento de Canadá

Francisco Martos Arcos, jienense de Las Infantas, vivió el miércoles un día que no olvidará jamás. Estaba trabajando en el Parlamento de Canadá, en Ottawa, cuando Michael Zehaf-Bibeau, canadiense de 32 años, entró en el edificio y comenzó a disparar. Causó una muerte antes de la que la Policía lo abatiese. «Estaban trabajando en el edificio. Escucharon los disparos, pero como estaban con maquinaria no hicieron mucho caso. Un compañero vio a gente correr y entonces comprendieron que pasaba algo. Dejaron las herramientas y todo lo que estaban haciendo y se refugiaron en una caseta de obras. Pasaron miedo. Al principio mucho miedo. Luego ya cansancio, a ver cuándo pasaba todo. Los tuvieron allí, escoltados y con medidas de seguridad, unas doce horas, hasta que comprobaron que no había peligro». Lo cuenta Pedro, su hermano, que a través del teléfono móvil de un compañero de Francisco estuvo en todo momento informado y fue dando ánimos a su hermano.

La primera llamada la recibió su madre. Luego ya Pedro estuvo en contacto con ellos toda la noche. «Gracias al asturiano Javier Valle Gutiérrez, compañero de mi hermano y amigo mío, que también se vio envuelto en este tinglado, que nos tranquilizó comentando por whatsapp todo hasta que me confirmó que ya están en casa. Y a José Luis Maldonado otro compañero granadino junto a Masy y Alderezee, un gallego y marroquí compañeros de mi hermano que en ese momento estaban juntos cuando ocurrió el fatal suceso».

Francisco Martos lleva trabajando en el Parlamento canadiense más de un año. «Están con la empresa madrileña Sondeos, Inyecciones y Trabajos Especiales S.A. (SITE). Hacen trabajos en el sótano, abriendo espacio entre los pilares. Se trata de una empresa potente de obra civil. Sondeos, inyección, trabajos especiales, pilotajes, metro ... Son los que hicieron lo del Carmelo en Barcelona o la estación de Sol en Madrid. Como aquí en España no hay ya este tipo de obras, se van fuera. En los últimos dos años y medio mi hermano ha estado en varios sitios de Canadá y México».

En el Parlamento llevaban casi un año. Allí les había llamado la atención que había «poca seguridad. Es un espacio grande, abierto, con gente entrando y saliendo continuamente sin muchas controles ni vigilancia». El cabo Nathan Cirillo del ejército canadiense estaba por allí cuando el terrorista comenzó a disparar, y resultó alcanzado y muerto. Francisco Martos y sus compañeros tuvieron tiempo para ponerse a salvo.