Más goteras que gotas

Apenas ha hecho su entrada el otoño, y con él las lluvias. Con toda la temporada de climatología inestable por delante, Jaén ya sufre las consecuencias con más goteras que gotas, seguramente por el mal estado que sufren, desde hace tiempo, zonas e infraestructuras claves de esta ciudad.

La peor parte se la lleva siempre el casco histórico. En la madrugada del martes, saltaban las alarmas del 112 porque el techo de una vivienda de la parte alta del barrio de La Magdalena, concretamente en la calle Alegría, junto a la carretera de Circunvalación, se desplomaba a las 4 de la mañana, y dejaba atrapadas a dos personas dentro de una habitación. Por suerte, no se produjeron daños personales. Hasta allí se desplazó un vehículo, con tres efectivos de bomberos, que ayudaron a desalojar a los habitantes de la casa, en total tres. Los bomberos llevaron a cabo el apuntalamiento de la cubierta y se tapó también con un plástico el agujero por el que se llegaron a colar las tejas, que hundieron el falso techo. Con esa medida provisional se evita que el agua entre en la casa si sigue lloviendo.

Aunque los habitantes de la vivienda tuvieron que marcharse, en principio, a la casa de un familiar, ayer, según informó el Ayuntamiento, no se detectó ningún problema grave en la estructura de la casa, de manera que podrán volver. Aunque eso sí, tendrán que reparar de forma «parcial» la cubierta, una obra de la que tendrán que encargarse los propietarios. «No obstante, técnicos del Ayuntamiento les han puesto en conocimiento que también pueden ponerse en contacto con el Patronato de Asuntos Sociales para solicitar alguna ayuda si correspondiera», explicaron desde el Ayuntamiento.

Relojería

Otra zona del casco histórico afectada es la de los conocidos inmuebles de la plaza de Santa María, en la esquina con la calle Maestra. El de la antigua relojería y el edificio colindante, que ha sido durante años la sede de un conocido comercio de tejidos. La fachada de ambos edificios fue precintada el pasado lunes por la Policía Local después de que los bomberos tuvieran que intervenir en las misma por algunos desplomes con motivo de la lluvia.

El pasado mes de agosto, el concejal de Urbanismo, Javier Márquez, reconocía que el Ayuntamiento había iniciado un expediente de ruina sobre el edificio de la antigua relojería, uno de los pocos ejemplos que se conservan en Jaén de arquitectura regionalista, y que llama la atención de cuantos lo contemplan. El expediente se inició después de que aparecieran unas grietas en la estructura y eso obligó a los propietarios a apuntalarlo. También entonces se dijo que un abogado, contratado por una de las partes, estaba trabajando para que ambos propietarios llegaran a un acuerdo, que podría ser de venta a una de las partes, de permuta o de venta de los dos inmuebles, a un tercero, para su rehabilitación. De momento, se desconoce el avance de esas negociaciones, que de conseguirse, podrían ser claves para renovar la imagen de la zona más visita de la capital.

Estación de autobuses

Sangrante es el caso de la estación de autobuses, cuya reforma integral, terminada en septiembre de 2009, costó en torno al millón y medio de euros a la Junta de Andalucía. En esas obras consistieron en la renovación de las redes de saneamiento y electricidad, pavimentación del patio, nueva solería en andenes y vestíbulo, zócalo de mármol, informatización de las oficinas de las empresas, renovación integral de la cafetería, pintura, carpintería en puertas y ventanas, impermeabilización de las cubiertas, nueva iluminación y colocación de paneles electrónicos para informar a los viajeros.

Pues bien, ayer, la sala central de la estación lucía varios cubos que recogían el agua que caía del techo.

Con las gotas caídas, también el párking de San Francisco ha sufrido daños. El PSOE de Jaén denunciaba ayer la situación actual del aparcamiento municipal, el «más céntrico» de la ciudad, en el que a una «lista de deterioros palpables, se unen ahora los problemas de filtraciones de agua, todo ello coincidiendo con la celebración de la Feria de San Lucas»

«Los usuarios de estas instalaciones se han quejado de que en los últimos días había agua en las paredes de acceso al aparcamiento y malos olores, fruto de las grietas en los bajantes, por las que se filtra en tal cantidad que incluso produce charcos en el piso de las instalaciones». A ello se suma, según la concejal, Matilde Cruz, que el asfaltado del suelo de las instalaciones se encuentra «absolutamente pulverizado, con hoyos de considerable profundidad que obligan a los conductores a circular con muchísima precaución».

«La imagen del aparcamiento que más beneficios da al Ayuntamiento es la peor de toda su historia», denunció Cruz, que también se quejó de la «iluminación defectuosa» y la «sensación de suciedad» del aparcamiento, «con paredes a las que hace tiempo que no se les repasa la pintura».

Frente a esto, el concejal de Epassa, Juan José Jódar, explicó que las filtraciones son fruto de una avería que atrancó los imbornales del aparcamiento tras las lluvias, y que el problema quedó subsanado el lunes tras los trabajos de Aqualia.

Además según dijo, el actual equipo de Gobierno «ha conseguido, con mucho esfuerzo y trabajo, resucitar» el aparcamiento de San Francisco. Eso sí, reconoció que se está valorando una intervención en el asfaltado, aunque teniendo en cuenta la «complicada situación económica» que sufre el Ayuntamiento.