Triunfal aniversario de la plaza de Baeza

Ayer la plaza de toros estaba de cumpleaños, 125 años, toda una vida. Por su albero han pasado todas las grandes figuras del toreo de toda la historia, se han vivido páginas que han quedado marcadas con letras de oro en el recuerdo de los aficionados, momentos únicos, también etapas difíciles, de incertidumbre y de malas decisiones, todo normal si se tiene en cuenta que son muchos los años, más de un siglo en el que ha dado tiempo para todo, aunque sin lugar a dudas ganan los momentos de gloria y triunfo.

Ayer Baeza lucía sus mejores galas, no era para menos, la ciudad del Renacimiento estaba de cumpleaños, uno de sus monumentos cumplía 125 años y había que celebrarlo por todo lo alto. Desde primera hora de la mañana el ambiente era de fiesta. Vecinos y forasteros acudían a los aledaños de la plaza de toros de toros para vivir en directo y con intensidad todos los actos del aniversario. El Museo de la plaza de toros con una exposición magnífica de la historia de la plaza y del toreo en general era reclamo de aficionados al igual que una feria del ganado que rememoraba parte de la historia del siglo pasado.

El día anterior se celebró en el Ayuntamiento de Baeza el II Encuentro de la Federación Taurina de Jaén bajó el título 'Encuentro Hispano Francés', jornada de gran interés por el nivel de los invitados y por los temas tratados, haciendo comparativas de la Fiesta de los toros en Francia y en España.

También hubo sitio para los festejos populares donde la provincia de Jaén es la primera de España en este tipo de festejos, sin olvidar la entrega de insignias a las distintas peñas de la provincia que acudieron al acto y al pequeño homenaje, pero a la vez grande por intenso y emotivo a Ángel del Arco Navarrete que falleció hace pocos meses. Mi agradecimiento personal a la Federación Taurina de Jaén, a todos sus componentes por el calor humano que nos dieron y el cariño mostrado hacia mi padre y también a mi compañero y amigo José Luis Marín Weil por sus cariñosas palabras que han quedado grabadas en mi cabeza y en mi corazón.

Pero el plato fuerte de la celebración del 125 Aniversario de la inauguración de la Plaza de toros era sin lugar a dudas la corrida de toros que se celebró a partir de las seis de la tarde. Expectación por todo lo alto al amparo de un cartel muy rematado con la presencia de tres figuras que terminaron llevando mucha gente a los tendidos de la bellísima plaza.

La plaza como hacía tiempo que no se veía, de día grande, de día que se quedará en la memoria de los presentes y en los libros de historia. Muchos eran los personajes conocidos en los tendidos de la plaza, entre ellos, el secretario de estado de Hacienda José Enrique Fernández de Moya, la delegada del gobierno en Jaén Ana Cobo, la alcaldesa de Baeza Lola Marín, los matadores de toros Pepín Liria y Pepe Luis Vázquez, el abogado Joaquín Moeckel, el ganadero Sancho Dávila y un sinfín de personajes que acudieron a la cita taurina de Baeza.

La corrida de toros lidiada tuvo el hierro de 'La Palmosilla' de escasa presencia y con algún toro con aspecto anovillado. En conjunto tuvieron nobleza, con sus matices, pero se dejaron estar a los toreros, aunque también acusaron una alarmante falta de fuerzas que condicionó en gran medida la actuación de los diestros.

Morante

Encabezaba el cartel el sevillano 'Morante de la Puebla'. Estuvo muy metido en la corrida el genial diestro que ya con el capote a su primero le enjaretó bellos lances. Con la muleta y a pesar de las limitadas condiciones de su enemigo le cuajó varias tandas con muletazos sueltos, de uno en uno en una labor que lógicamente le faltó continuidad. Basada toda sobre la diestra dejó soberbios derechazos de bella factura, rematando la series con su habitual torería. La tardanza de echarse el toro después de un pinchazo y una estocada limitó su resultado en una ovación con saludos después de un aviso.

El cuarto que tuvo mayor trapío y algo más de poder facilitó al torero una bella actuación, aunque apenas si pudo lucirse con el percal. Sin embargo, el sevillano, que se encontró muy a gusto durante toda la tarde lo cuajó en una excelente faena de muleta. El inicio muy torero con muletazos por ambos pitones, para cuajar a continuación varias series de muletazos por ambos lados que fueron un canto al toreo profundo y de muchos kilates. Los muletazos de mano baja, templados, largos, de despaciosidad infinita levantaron pasiones en los tendidos. Por poner algún lunar le faltó algo de ligazón, sobrándole alguna caída que deslució el conjunto. Tuvo 'Morante de la Puebla' mucha variedad en los remates de las series con trincherillas y pases de la firma como mejor colofón a una gran obra. Mató de una gran estocada cortando dos orejas que paseo entre clamores.

Cayetano Rivera Ordóñez sorteó en primer lugar un toro que tuvo buena condición pero que estuvo muy limitado por su falta de fuelle. Fue un querer y no poder del toro pero que a Cayetano le sirvió para cuajarle una faena correcta aunque a la labor en conjunto le sobró precipitación y le faltó temple y reposo. Pegó muchos muletazos, demasiados, y entre ellos surgió alguno bueno y otros menos buenos. El pinchazo previo a una gran estocada no fue impedimento para que paseara la primera oreja de la tarde.

Lo mejor de la actuación de Cayetano Rivera Ordóñez vino con el quinto de la tarde, que fue sin lugar a dudas el mejor toro de la corrida. Apenas si hubo lucimiento en los primeros tercios. Pero todo cambió en el inicio de muleta rodillas en tierra, cuajando un cambio de mano ligado con el de pecho que puso la plaza en pie. A continuación, el menor de los Rivera cuajó dos soberbias tandas de derechazos, relajada la planta, ligada, de muletazos de mano baja con ritmo y cadencia. Sencillamente extraordinario Cayetano en su labor al quinto que en su segunda parte se llevó al toro a los terrenos de sol y allí más de cara a la galería formó un alborotó con series mirando al tendido y demás toreo accesorio. Mató de media muy tendida y estocada volcándose sobre el morrillo. Oreja al mejor Cayetano que se ha visto por nuestra tierra.

Ciclón peruano

Era muy esperado en Baeza el diestro peruano Andrés Roca Rey y no defraudó a ese interés. Literalmente se inventó la faena a su primero, tercero de la tarde. Toro de escasa presencia y que además dio un nulo juego. El primer lucimiento que encontró Roca Rey fue en un templado quite por 'chicuelinas'.

La base de la actuación del peruano fue la quietud que impuso a todo lo que hizo y su determinación para superar la sosería del burel. Ligó las series en un palmo de terreno, se pasó al toro por la espalda sin aspavientos y sin concesiones a la galería. No se pudo estar mejor. Cortó dos orejas tras una gran estocada.

Con el que hizo sexto que no fue gran cosa y además de los peores del encierro le puso las cosas difíciles al joven diestro. De nuevo disposición y entrega ante un animal que siempre embistió de forma rebrincada y sin entregarse nunca. También hubo momentos en los que faltó algo de acoplamiento. Se volcó en la estocada aunque la espada le cayera muy baja.

Entre las cuadrillas destacaron en banderillas José Antonio Carretero de la cuadrilla de 'Morante de la Puebla'. Gran tarde de la cuadrilla en conjunto de Cayetano, desmonterándose Iván García y Fernando Pérez. En la brega, bien el jienense Joselito Rus.

Al final del festejo los tres diestros salieron a hombros en una gran tarde que sirvió para conmemorar el 125 Aniversario de la plaza de toros de Baeza.