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Las sobrinas de Rosario López reciben sendos ramos de flores y una placa conmemorativa homenaje a su tía, recientemente fallecida.
Treinta años de flamenco en Bedmar

Treinta años de flamenco en Bedmar

La trigesima Miga Flamenca homenajeo a Rosario Lopéz con la presencia de Arcángel. Gema Jiménez, Manuel González 'Rubito hijo' y Lucía Leiva

RAFAEL VALERA ESPINOSA

Jueves, 29 de septiembre 2016, 00:36

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Éxito de público en la Caseta Municipal de Bedmar para escuchar principalmente al onubense Francisco José Arcángel Ramos "Arcángel", y establecer con su asistencia la potente afición que existe en la localidad de Mágina, por la que han pasado en sus treinta años de Festivales Flamencos, artistas de resonada trayectoria como 'Chano Lobato' El Perro de Paterna, Antonio Reyes, Rocío Márquez, José Galán, los jienenses Gabriel Moreno, Lola Valderrama, Rosario López, Carlos Cruz, Joselete de Linares, Gema Jiménez. Y otros artistas de la talla de Curro de Utrera, El Polaco, José de la Tomasa, Calixto Sánchez, Curro Malena, Julián Estrada o Miguel de Tena.

El acto comenzó recordando a la capitalina Rosario López, cantaora querida por los aficionados locales, con la intervención de Juan Francisco Serrano, alcalde de Bedmar, el cual recordó su prestancia y enjundia, su buen arte y el dominio que poseía de los cantes más difíciles de interpretar; a la vez agradeció a todos su apoyo al festival con su presencia, asegurándoles que su trabajo también está encaminado a seguir potenciando el flamenco en el pueblo.

Por su parte, el Presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes, destacó igualmente la historia y el ensolerado bagaje flamenco que ha atesorado Rosario López, lo que su arte supone de orgullo para toda la provincia jienense, y la sentida admiración que nuestra tierra mantiene por la prestante cantaora de Jaén. Expresó igualmente su satisfacción por el logro de que su pueblo natal alcanzara la Trigésima Edición de la Miga Flamenca, y los exhortó a seguir trabajando en la misma línea potenciadora de nuestra música.

En dicho acto participaron igualmente la concejal de Festejos Trini Torres, el de Cultura, Antonio Jesús Catena; el presidente de la Peña Flamenca 'La Serrezuela', Esteban Marín; el representante del Instituto Andaluz de Flamenco de la Junta de Andalucía, José Alberto Rodríguez; así como las sobrinas de Rosario López, Isabel y Rosario Linares López, las cuales, tras recibir sendos ramos de flores y una placa conmemorativa del homenaje a su tía, agradecieron muy sentidamente los honores que se le dedicaban a la artista jienense.

Bulerías

A las diez de la noche se iniciaba el espectáculo artístico con el cante de la cordobesa Lucía Leiva, la cual abordó primeramente los ecos de la Niña de los Peines por bamberas y ciertas resonancias de Rosario López, para derivar a las bulerías con determinado compás. La media granaína -actualmente conocida como granaína- la estableció con melismática melodía, lo que le facilitó su progresión a la potencia tonal de la granaína -denominada comúnmente media granaína- para completar el estilístico grupo. Se entregó en las siguiriyas con fuerza por el personalismo de Francisco La Perla, para en la misma tesitura derivar al de El Tuerto de la Peña y rematar por el cambio de Manuel Molina. Tuvo en las alegrías ubicaciones en su tierra cordobesa con cadencioso compás, finalizando con copla por bulerías, aires de Jerez, romance flamenco y fandango de Vallejo por el compás festero.

Arcángel acometió su recital en una tesitura ciertamente melódica, de músico flamenco talentoso e investigador, con el desarrollo de una malagueña de La Trini en la tónica referida; otra de Enrique el Mellizo con aportaciones personales y acusada cadencia melismática; posterior derivación al fandango de Lucena, y un final prestante a través del fandango-verdial de Frasquito Yerbabuena. Su recorrido solearero lo estableció por Enrique el Mellizo con inclinaciones alcalaínas, también por Joaquín el de la Paula, retomar los ecos de El Mellizo y rematar con potencia tonal y conocimiento por Cádiz. En los tangos se centró principalmente en evocar la personalidad de Pepe Pinto y la Pastora Pavón con singularidades creativas. Por alegrías reitero sus melismáticas salidas con recuerdos de Valderrama y El Pinto, para establecer un rítmico desarrollo del cante, ralentizándolo seguidamente al ubicarse en las cantiñas de Córdoba. Finalizó por fandangos de su tierra con acertado y prestante recuerdo de Manuel Torre.

Manuel González 'Rubito hijo' también inicio su participación con malagueña de Concha La Peñaranda con melodía y alta entrega tonal, para en la misma tónica rematar por el fandango de Frasquito Gálvez 'Yerbabuena'. Conocedor de su poderío tonal y de su buen ritmo por tangos, 'Rubito' ofertó amplitud de letras con buen compás y matices trianeros y jerezanos. En las peteneras nos volvió a demostrar su amor por los ecos de La Niña de los Peines, aunque en la primera hubo ciertos matices de Rafael Romero. Similar tesitura desarrolló en las bulerías con entremezclas de coplas por los ecos jerezanos. Finalizó por fandangos de Huelva y recuerdos de José Rebollo, y una final por los de José Cepero.

Cante de la tierra

Gema Jiménez reivindico el cante de la tierra con unas iniciales cartageneras de corte chaconiano, para seguidamente significar la 'jondura' y el pellizco de arte linarense con una taranta plena igualmente de melismas flamencos. Mantuvo en el siguiente estilo su apuesta por el cante 'jondo' y de entrega, con un pregon por siguiriyas con evocaciones de José Reyes 'El Negro del Puerto', el cual redondeó con valentía por la cabal de Sebastián Muñoz 'El Pena'. Cambio de tercio por milonga y adecuadas resonancias de Manuel Escacena, para enlazar con homenaje a Rafael Farina y su 'Vino Amargo'. Igualmente realizó bulerías con apuestas copleras y ciertas evocaciones de Pepe Pinto en la estructura musical de las mismas. Cerró el festival con fandangos de Juan Varea -conocidos como del Niño León-, Canalejas de Puerto Real, Manuel Vallejo y José Cepero.

Maestría, conocimiento, versatilidad, creatividad y compenetración con sus acompañados, fueron las prestantes virtudes que establecieron a la guitarra, Antonio Luque 'Patrocinio hijo, Daniel López Vicente 'Dani de Morón', y Luis Ruiz García 'Calderito'.

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