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Rosario López, cuando recibió la medalla de Jaén.
'Chari' López dice adiós

'Chari' López dice adiós

La conocida y querida cantaora jienense, Hija Predilecta de la ciudad, ha fallecido a los 73 años

José M. Liébana

Jueves, 18 de agosto 2016, 19:32

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La cantaora flamenca Rosario López Carrascosa (Jaén, 1943), conocida como Charo López o más cariñosamente como Chari, falleció ayer por la tarde después de un tiempo convaleciente. Su funeral será esta mañana, a las 11:30, en la basílica de San Ildefonso.

Hija del músico Enrique López, desde niña fue una gran aficionada al cante. En sus comienzos se acercó a la canción española y, más adelante, es el flamenco el que centra su interés artístico, influida y animada por el que fuera su marido, el estudioso Ramón Porras, y por su entorno flamenco.

Más adelante es Rafael Romero El Gallina quien la descubre actuando en el desaparecido Cine Lis Palace, junto al Gitano de Andújar y un joven Enrique Morente. A partir de este momento entabla relación con personas del flamenco jienense y se integra en la Peña Flamenca de Jaén, hasta que por enfermedad se traslada a Barcelona a principios de los años setenta. En Cataluña cosecha numerosos éxitos. Regresa a Jaén y graba su primer disco y es asidua en festivales junto a figuras consagradas. Viajó en varias ocasiones a Japón representando obras flamencas como El amor brujo.

Rosario López ha recibido multitud de premios y reconocimientos. En 2012, el Ayuntamiento de Jaén le concedió la Medalla Oro de la ciudad y fue nombrada Hija Predilecta. «Más que hija predilecta soy hija privilegiada», declaró. Con motivo de dicha distinción, el cronista oficial de la provincia, Vicente Oya, fallecido la semana pasada, escribió sobre ella: «Charo López ha ido siempre por toda España y por otras partes del mundo, incluido el lejano Japón, con su voz recia, clara, cargada de nobles sentimientos, colmada de ilusiones y esperanzas, con un mensaje de buena voluntad entre el dolor y la alegría, la tempestad y la calma, como la vida misma que puede caber en una copla mecida sobre las cuerdas de una guitarra que canta y llora».

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