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Las Bacantes, el grito de la libertad

Las Bacantes, el grito de la libertad

Las adoradoras del dios Dioniso se hicieron dueñas de los Baños Árabes y reclamaron para éste el Palacio

josé cobo

Jueves, 22 de septiembre 2016, 17:31

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El teatro también tiene hueco dentro del ciclo Noches de Palacio, en el Centro Cultural Baños Árabes. Los jieneneses tuvieron la oportunidad, ayer miércoles, de disfrutar de "Las Bacantes, el grito de la libertad", una obra de Sennsa Teatro. Como todas las actuaciones que se encuentran dentro de este ciclo, la entrada era gratuita hasta completar aforo.

Las Bacantes de Eurípides, por sus diálogos inteligentes, sus situaciones extremas e impactantes, su análisis del sentimiento irracional y, sobre todo por su análisis de la dualidad humana es considerada una de las mejores tragedias jamás escritas. Permaneciendo fiel a su estilo, Sennsa Teatro presenta una obra que mantiene sus rasgos principales como grupo: el compromiso de la creación teatral con la transformación social, la investigación y la búsqueda de un lenguaje escénico expresivo, poético y dinamizador.

El dios hijo de Zeus, Dionisos, en forma humana, llega a la ciudad de Tebas para castigar la insolencia y crueldad de su tirano rey, Penteo, que niega el origen divino del dios y que prohíbe sus ritos. Pese a las advertencias de Cadmo y Tiresias el monarca apresa al extranjero. Penteo, disfrazado de mujer, va a espiar a las bacantes (las mujeres tebanas que habían huido de la ciudad poseídas por el dios para realizar los rituales en su honor) Lideradas por Ágave, su propia madre, descuartizan y decapitan a Penteo. Cuando se percata de lo que ha hecho sufre tremendamente ante el horror del acto cometido.

Frente al simétrico Penteo, defensor del orden, el racionalismo y la represión, emerge el triunfo de Dionisos, Baco: el cambio, la creatividad, el instinto, los sentimientos, la pasión, el amor, la poesía, el vino, la alegría, el sexo, la música, los sueños, el subconsciente, la igualdad, la libertad.

Dionisos, con sus imperfecciones y pasiones, defectos y contradicciones es el ser humano. Dionisos, el dios hijo de Dios, somos nosotros.

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