El futuro PGOU de Linares contempla la creación de 8.000 viviendas y 315 hectáreas verdes

El Ayuntamiento de Linares trabaja desde hace meses en el documento que guiará el futuro crecimiento de la ciudad. En la actualidad el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) diseñado con una duración de ocho años, hasta 2018, acaba de finalizar su documento de avance en el que se recogen las sugerencias realizadas por colectivos y particulares de la ciudad.

«El proceso para la creación del PGOU se esta realizando con unos plazos de consulta más amplios de lo normal con el objetivo de que sea un documento consensuado donde se incluyan todas las perspectivas. De este modo no habrá que realizar grandes modificaciones en el futuro», comenta el edil de Ordenación Urbana y Medio Ambiente, Joaquín Gómez Mena, quien durante los últimos meses ha mantenido más de una treintena de reuniones, junto con los técnicos del proyecto, para el explicar el futuro que se diseña para la ciudad con distintos agentes sociales.

Este documento, que no es vinculante, cuenta con un marcado objetivo, como apunta el concejal: «Acabar con la forma estrellada de la ciudad y cerrarla en torno a la variante norte y Cinturón Sur con una distribución urbanística marcada por la sostenibilidad ambiental». De este modo, para los próximos ocho años se prevé que la ciudad crezca, desde el punto de vista de urbanismo residencial, en torno a estas infraestructuras, lo que permitirá crear un espacio integrado en la zona norte y sur de la ciudad.

El avance del futuro PGOU estima que en los próximos años Linares ampliará su suelo urbanizable en un total de 398 hectáreas de terreno, entre zonas sectorizadas y no sectorizadas (aquellas que se sitúan en las zonas más lejanas al casco urbano de la ciudad). «El Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA) marca un crecimiento máximo hasta 2018 de un 30% de la ciudad, es decir, no se puede crecer en más de 80.000 habitantes. Se ha dicho que es una cifra muy alta, pero este PGOU pretende dar respuesta a lo máximo, y así se está trabajando», comenta Mena.

De este modo, la ciudad de Linares podría crecer hasta en 7.700 viviendas, de las cuales un 30 por ciento, como mínimo, deben ser de Protección Oficial, es decir, unos 2.300 inmuebles de los previstos construir. «Las primeras zonas que se pretenden urbanizar son los sectores que ya estaban contemplados en el actual PGOU como son los situados junto al Cinturón Sur, que marcará uno de los límites de la ciudad», comenta el responsable de Ordenación Urbana.

Si bien Linares crecerá por la zona norte hacia el sur, la Estación de Linares-Baeza prevé su crecimiento urbanístico hacia la ciudad minera, quedando marcados sus límites por la autovía y la futura zona verde que conectará la entidad menor con el casco urbano linarense.

De este modo, el futuro de la ciudad para la próxima década pasa por un acercamiento de sus dos núcleos principales. Para ello el crecimiento de la entidad menor tiende hacia el casco urbano, al que se conectará, además por un parque periurbano.

La Estación, centro industrial

El futuro crecimiento de la entidad menor de la Estación de Linares-Baeza se encuentra claramente vinculado al suelo industrial, gracias al desarrollo del proyecto del Puerto Seco principalmente. De este modo, de las casi 400 hectáreas de suelo que el Ayuntamiento de Linares prevé destinar para la explotación industrial o su uso terciario, una importante extensión se destinará al crecimiento del espacio industrial en la zona de las antiguas Azucareras, así como el propio Puerto Seco.

Mientras tanto, dentro del casco urbano de la ciudad, según explica Gómez Mena, son pocas las nuevas zonas industriales que se crean, pues el avance del Plan de Ordenación Urbana prevé un crecimiento moderado de polígonos ya existentes como Los Jarales y Los Rubiales, así como otros que ya se encuentran aprobados en el plan actual, como es el polígono agroindustrial situado junto a la carretera de Torresblascopedro y pendiente de ejecución.

Pese a todo, si se incluye la creación de dos nuevos núcleos industriales en la ciudad, en parte amparados por las nuevas infraestructuras de comunicación con las que contará la ciudad. Se trata de los terrenos situados tras el Parque de Proveedores de Santana, que queda conectado con la ronda norte a través del Camino de San Miguel; y en la zona de la carretera de Baños hacia Los Jarales, por donde discurrirá la futura ronda noroeste.

Verde y sostenible

Entre los distintos proyectos que se contemplan dentro del avance del PGOU destaca el considerable aumento de las zonas verdes de la ciudad gracias a la disposición de 3,5 millones de metros cuadrados para ello. Un planteamiento que, como señala Gómez Mena, supondría «superar diez veces los estándares de zona verde que refleja la ley», es decir, de los cinco metros cuadrados de zona verde por habitantes, Linares pasaría a superar los 44 metros por ciudadano.

Un desarrollo de los espacios verdes en el que destaca un proyecto ambicioso, «y que se irá diseñando con el tiempo». La creación de un parque periurbano que conecte el casco urbano de la ciudad minera con la entidad menor de la Estación supondrá la mayor zona verde que se cree de cara al 2018 en el término municipal linarense.

Precisamente, las nuevas zonas verdes que se diseñan para la ciudad tiene un elemento diferenciador más allá de la sostenibilidad del urbanismo linarense, pues cuentan con una función conectora, como es el caso del parque periurbano, y delimitadora, como es el caso del cinturón verde que rodeará la ciudad. «Se crea un anillo verde que no sólo permite delimitar claramente el casco urbano de la ciudad, lo que favorecerá que se mantenga esa estructura circular y no estrellada como hasta ahora, sino que impedirá el crecimiento incontrolado de la ciudad a través de construcciones ilegales», subraya el edil de Ordenación Territorial.

Expansión

En cualquier caso, con mayor o menor expansión de las zonas verdes de la ciudad, el avance del PGOU de Linares supone un desarrollo de las políticas de sostenibilidad de la ciudad ya que en dicho documento se recogen diversos planes como recoge el Plan de Protección del Medio Físico, el Plan de Movilidad y el Plan de Acción de Agenda 21. Así, se prevén diversas medidas para proteger espacios naturales como el Piélago, el complejo serrano de Valdeinfierno, la zona de interés comunitario del Guadalimar o los cultivos de cereales por su importancia para la conservación de la biofauna.

Por orto lado, el futuro PGOU incluirá documentos como la carta arqueológica y los edificios históricos de protección especial (documentos que se encuentran en fase de desarrollo), así como una normativa sobre la altura de los edificios en la zona del casco antiguo u otras actuaciones urbanísticas en la ciudad.

Para 2011

La aprobación definitiva del futuro PGOU podría hacerse realidad durante la primavera del próximo año. Ahora, tras cerrarse el documento de avance con las sugerencias ciudadanas, se volverá a exponer el documento modificado a la ciudadanía a la espera de nuevas sugerencias.

Finalizado el plazo de consulta, de dos a tres meses, se realizaran los informes sectoriales, un proceso que se puede alargar hasta un máximo de seis meses. Posteriormente se realizará el informe de la Consejería de Medio Ambiente, para su aprobación definitiva por el pleno municipal.

«Es un proceso largo en el que se intentan ampliar los periodos de consulta con la ciudadanía, unos dos meses más de lo que marca la ley, para que sea más fácil su aprobación final. La intención es que, si se cumplen los plazos, se pueda llevar a pleno en la primavera de 2011», sostiene el responsable de Ordenación Urbana.