Olivareros cortan dos veces la autovía A-4 para exigir soluciones para el aceite

Unos 500 olivareros, convocados por Asaja-Jaén, cortaron ayer por la mañana la autovía A-4 (Madrid-Cádiz) en el punto kilométrico 327, dirección Córdoba, a la altura del poblado de Llanos del Sotillo, término de Andújar. Los agricultores, que interrumpieron el tráfico en varias ocasiones, reivindicaban de esta forma una serie de medidas que permitan la subsistencia y rentabilidad del olivar, y solicitaban al mismo tiempo ayudas de las distintas administraciones, a las que acusan de hacer 'oídos sordos' a sus peticiones.

El primer corte de autovía se produjo a las 11,20 horas. Posteriormente siguió otro parón de media hora.

Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico indicaron que se produjeron hasta dos kilómetros de retenciones, y añaden que no se produjeron incidentes. Es más, las personas que estaban en la primera fila de la retención eran unos motoristas castellonenses que se dirigían al municipio portugués de Faro y que también se sumaron a la protesta porque son afiliados a Asaja. Señalaron que el sector cítrico de la zona del Levante también pasa por una situación similar a la del olivar.

De toda Andalucía

A la protesta acudieron olivareros de todas las provincias andaluzas (mayoritariamente de los municipios jienenses), así como los miembros de las juntas directivas de Asaja en Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla. También hubo representantes de Asaja-Andalucía.

Durante los cortes de carretera se repartieron cerca de 3.000 botellitas de aceite de oliva virgen extra (donadas por la DO Campiñas de Jaén) a los conductores parados en la calzada, a los que se les explicó el motivo de la protesta. Los conductores se mostraron comprensivos con la protesta y se solidarizaron con el sector.

Tras el primer corte de carretera, el presidente de Asaja-Jaén, Nicolás Vico, leyó un manifiesto en el que esta asociación agraria resume las medidas que considera urgentes para que el olivar sobreviva, a medio y largo plazo. Entre ellas destacó dos líneas diferentes: por un lado, las medidas de mercado que propicien el incremento de los precios (promoción, interprofesional del aceite, concentración de la oferta), y por otro, las medidas políticas con las que hacer que la producción del olivar siga siendo rentable y se haga competitiva respecto al resto de olivares.

Entre estas últimas, Vico Roa ahondó en la necesidad de ayudas de al menos 12.000 euros por hectárea para el olivar que quiera reconvertirse, y demandó las ayudas directas para aquellas plantaciones que por su situación geográfica o especial orografía no puedan hacerlo, pero que deban seguir cumpliendo con su función social y económica. El presidente de Asaja demandó dotaciones de agua para el olivar, así como condiciones fiscales específicas.

Por su parte, el gerente provincial, Luis Carlos Valero, señaló que los actuales precios del aceite de oliva son ruinosos para el sector y abogó por una plan de modernización.