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A la izquierda, una persona analiza el interior de las galerías, y a la derecha, el acceso que se ha creado a consecuencia de las obras. / IDEAL
Unas obras junto a la iglesia de Villacarrillo descubren los refugios de la Guerra Civil
Provincia-Jaen

Unas obras junto a la iglesia de Villacarrillo descubren los refugios de la Guerra Civil

Miden cerca de 300 metros, están en buenas condiciones y el Ayuntamiento estudia ahora su puesta en valor

LORENA CÁDIZ

Viernes, 10 de julio 2009, 04:47

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Las obras que el Ayuntamiento de Villacarrillo desarrolla, con fondos del Plan Proteja, para la adecuación y reforma de la plaza Juan XXIII, han acabado dando que hablar a todo el pueblo. Y no por las obras en sí, sino por lo que, por casualidad, han puesto al descubierto. Una de las máquinas que picaba la plaza, en un error de cálculo, picó también una de las bóvedas que forman parte de una galería de refugios de la Guerra Civil, que mide en total 300 metros y que recorre todo el subsuelo de la iglesia y la plaza de la iglesia.

Según explica el concejal de Cultura y teniente de alcalde del Ayuntamiento, Sebastián Munuera, en el pueblo ya tenían conocimiento de esas galerías. Incluso en el año 2001, impulsado por el Consistorio, el grupo de espeleología de Villacarrillo consiguió acceder a ellas a través de una alcantarilla y descendiendo cuatro metros de profundidad. Lo que no habían podido hacer nunca es recorrerlas en su totalidad y «nos hemos quedado sorprendidos por su tamaño, son bastante grandes», dice el concejal. Se sabe también que hace unos cincuenta años, en lo que ahora es la plaza Juan XXIII, había un mercado de abastos y que estas galerías se utilizaban como nevero natural.

«Hemos descubierto que las galerías tienen dos metros de altura y 1,20 metros de anchura, que se conservan perfectamente y que incluso tienen sus rejillas de ventilación», explica Munuera. El único inconveniente que han encontrado es que por una avería de agua las galerías se han inundado prácticamente a la mitad de su altura.

«Ahora lo que queremos hacer es retirar el agua de las galerías y crear un acceso más fácil para las visitas que en el futuro más inmediato tengamos que realizar», afirma Munuera. Aunque aún es muy pronto para poder hacer planes sobre como poner en valor estos espacios, lo que está claro es que desde el Ayuntamiento apuestan por rehabilitar los refugios e integrarlos en el municipio, para que tanto los vecinos como los turistas puedan conocerlos. «Ahora lo que tenemos que hacer es buscar financiación para este propósito, aunque el descubrimiento fue el pasado lunes y aún no tenemos nada hablado».

Además, junto a los refugios de la Guerra Civil, se ha descubierto al mismo tiempo y también a consecuencia de las obras en la plaza, un pozo de fábrica de ladrillo, sencillo pero en un círculo perfecto, que tiene 20 metros de profundidad, la mitad de ellos con agua. «No sabemos de que época data ese pozo, pero está en perfectas condiciones hasta el punto de que contiene agua, que además reutilizaremos para el riego en el municipio», afirma el concejal.

Recuerdos

Todos estos descubrimientos han despertado el interés de buena parte del pueblo, que cada día «se agolpa ante las obras de la plaza para ver los refugios», tal y como explica Munuera. Hay algunos, los más mayores, que incluso recuerdan como sus abuelos participaron en la construcción de los mismos y que ahora, sin esperarlo, han vuelto a encontrarse con esta parte de la historia.

Respecto a las visitas, aunque se va a dejar una apertura, el concejal aclara que dejarán visitar los refugios a quien lo solicite de antemano, pero que no se abrirán permanentemente al público hasta que no puedan ser acondicionados.

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