Edición

Borrar
Una alumna levanta la mano en clase para hacer una pregunta a la profesora. /IDEAL
La mitad de los alumnos de ESO cree que no es violencia pegar a un compañero
JAÉN

La mitad de los alumnos de ESO cree que no es violencia pegar a un compañero

Según un estudio, empiezan a fumar y a beber a los 13 años y muchos de ellos dicen hacerlo para olvidar

MÓNICA LOPERA

Miércoles, 24 de junio 2009, 11:02

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un 6,7 por ciento de los jóvenes jienenses de entre 12 y 16 años reconoce haber tenido miedo algún día de ir al instituto. Es sólo uno de los múltiples datos extraídos del Estudio sobre Comportamientos de Riesgos en Estudiantes de ESO de Andalucía que ha sido elaborado por la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Jerez y que ayer fue presentado en Jaén de forma provincializada por su director, José Rodríguez Carrión.

En el apartado concreto de violencia en la escuela, llama la atención que cuatro de cada diez alumnos no considera violencia amenazar física o verbalmente a un compañero o profesor, más de la mitad opina que tampoco lo es pegarles (la mayor proporción de Andalucía) y casi un tercio que no lo es burlarse de ellos.

Asimismo, el estudio refleja que más de dos tercios de los alumnos -se hizo una encuesta el pasado curso a 36.414 estudiantes- ha sido testigo de agresiones, un 12,6 por ciento se confiesa víctima de alguna agresión y un 14,2 reconoce haber sido agresor.

Y para nada se cumple en nuestra próxima la máxima de no hacer lo que no quieras que te hagan a ti, pues de las víctimas, casi la mitad reconoce asimismo haber sido participante en una agresión, lo que sitúa a Jaén a la cabeza de Andalucía en este aspecto. Además, de los testigos de las agresiones, casi la mitad dice haber permanecido mudo, probablemente por miedo.

Pero no queda ahí la cosa. El estudio de la Escuela de Trabajo Social de Jerez pone de manifiesto que un 7,7 por ciento de los alumnos de ESO de Jaén considera la violencia como la única forma de resolver conflictos y un 12 por ciento no está de acuerdo con que la violencia genere más violencia. En cuanto a las razones por las que se producen situaciones de violencia contra sus compañeros, la mayoría aduce que porque no se integran en el grupo, seguido de los que no saben defenderse.

Del mismo modo, Jaén es la segunda provincia de Andalucía donde más estudiantes reconocen haber participado en actos vandálicos. De hecho, un 6,1 por ciento considera que el nivel de violencia en su IES es bastante o mucho, una cifra que, sin embargo, es buena, pues está diez puntos por debajo de la media de Andalucía.

Según el director del proyecto, «a juzgar por los datos de este estudio que es totalmente representativo, llegamos a la conclusión de que las cosas no se están haciendo bien, de que los padres no pueden delegar en los profesores la educación de sus hijos y de que hay que buscar otras fórmulas para llegar a los jóvenes».

Tampoco es baladí el apartado del estudio que se refiere al consumo de alcohol y drogas. Para empezar, seis de cada diez estudiantes asegura haber bebido alcohol y de ellos, el 70 por ciento dice consumirlo en la actualidad. El 54,6 por ciento ha tomado combinados y un nada despreciable 16,9 por ciento confiesa beber licores fuertes solos, un porcentaje muy elevado si tenemos en cuenta que hablamos de jóvenes de entre 12 y 16 años.

Son los 13 años la edad de inicio en el consumo y llama la atención que el 8,3 por ciento de los consumidores diga hacerlo para olvidar. También es sorprendente que casi uno de cada tres jóvenes que beben en la provincia, lo hagan preferente en pubs y discotecas, cuando se supone que por su edad no podrían acceder a los mismos. En cualquier caso, la mayoría elige como sitio para consumir alcohol el botellón. De quienes lo realizan, más de la mitad (destacando por encima del resto de Andalucía) lo realizan en lugares habilitados para ello, en tanto que un 29,6 por ciento reconoce hacerlo donde se le antoja. En todos los casos predominan las chicas sobre los chicos.

Por otro lado, el 27,4 por ciento reconoce haberse emborrachado alguna vez y un 5,6 por ciento ha tenido problemas con el alcohol, bien conductas violentas o por bajo rendimiento escolar. La inmensa mayoría (78,3 por ciento) compra el alcohol en locales pequeños cercanos al botellón (porcentaje más alto de Andalucía) y el 12 por ciento lo hace en supermercados (porcentaje más bajo). Sólo un 3,6 por ciento lo compra en grandes superficies y un 6 por ciento lo coge de casa.

Por lo que se refiere a la droga, el 9,8 por ciento dice consumir, la mayoría aseguran también que para olvidar. Y en cuanto al lugar donde las consiguen, el 7,1 por ciento asegura que cerca del colegio y un porcentaje similar en el botellón. A la mayoría se la pasan los colegas. De los encuestados, fuma casi el 20 por ciento y comenzaron a los 13 años.

Según Rodríguez Carrión, «en este apartado sería fundamental que las leyes se cumplieran, que no se vendiera alcohol ni tabaco a menores y que en las discotecas tampoco se los dejara entrar».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios