Domingo Conesa reivindica los valores cristianos en el pregón de Romería

Su antecesor, el delegado episcopal de los Medios de Comunicación Social, Antonio Garrido de la Torre, hizo una semblanza del pregonero, nacido una localidad tan cervantina como El Toboso, quien en un día jugando entre peñascos sufrió una caída desde varios metros de desnivel estampando su cuerpo contra unas piedras. Apenas sufrió rasguños y los médicos vieron en aquel hecho un milagro. Alguien dijo entonces que la Virgen lo requerería, hecho definido por su gran amigo Alfredo Ybarra, como 'un destino vaticinado'.

Aquel designio lo llevó hasta el año 1997, época desde la que es rector del Santuario, aunque en estos días el destino le ha esquivado, justo en la semana en la que el Capítulo General de la Orden Trinitaria ha decidido el fin de su trayecto como custodiador de 'La Morenita'. En junio le dirá adiós al Santuario. El leonés Isidoro Murciego se perfila a partir de junio como su sustituto.

El título del pregón del padre Domingo llevó por nombre: 'Vosotros sois mi mejor Corona'. Quiso expresar con esto el privilegio que ha tenido Andújar por se elegida por la Virgen de la Cabeza'. «Y el compromiso que conlleva ser devotos a lo largo de los siglos y la coherencia cristiana que exige», significó.

Orígenes

Se remontó hasta los orígenes de la devoción a la Virgen de la Cabeza y recordó que la Orden Trinitaria está íntimamente ligada a la mítica aparición, porque estuvo presente en la Reconquista de Fernando III el Santo. «Los trinitarios hicimos la reconquista con la evangelización, con la cruz», destacó.

Su palabra se trasladó hasta el pasaje del Evangelio en el que el ángel San Gabriel le encomendó a la Virgen María que engendrara en sus entrañas por obra del Espíritu Santo al Salvador y le sirvió para reivindicar el papel de entrega que ha tenido en la historia la Madre de Dios. Exaltó el Jueves y Viernes de Romería, contó algunas experiencias personales en torno a la Virgen que combinó con algunas que ha vivido con terceras personas, citó a hermanos mayores y destacó el papel que deben desempeñar en la devoción junto con el presidente de la cofradía y el alcalde.

Demandó esa obra social del Año Jubilar que tendrá como eje central a la parroquia de San Eufrasio y terminó con un mensaje cristiano. «Cuando te pongas en la mesa a comer, pon un plato que aunque esté vacío, puede ser para Jesús, por sí lo está esperando». Su pregón fue un toque de conciencia y un despertar cristiano.