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JAÉN

Año y medio de cárcel por consentir que su pareja apalease a su hijo

La pena se deja en suspenso pero no podrá acercarse al menor en dos años en un caso por el que su compañero ya fue condenado a dos años de prisión

J. E. P.

Sábado, 6 de diciembre 2008, 04:06

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Ioana M.P., de 28 años, ha sido condenada a un año y seis meses de prisión como autora criminalmente responsable de un delito de lesiones cometido contra su hijo, al que además le prohíben acercarse a menos de cien metros y comunicarse con él por cualquier medio. Según la sentencia, del Penal 2 de Jaén, la madre consintió las palizas de su compañero sentimental a su hijo, la última de las cuales fue tan brutal que dejó al menor, de de cinco años cuando ocurrieron los hechos, sin cuatro dientes. El juez ha concedido a la mujer el beneficio de la suspensión de la condena a condición de que no delinca ni se aproxime a su hijo en dos años.

La acusada convivía desde 2004 con David A.R., natural de Rus de 26 años, camionero de profesión. En mayo de 2005 lograron que el hijo de ella -de una relación anterior- fuese a vivir con ellos desde Rumanía. Se fueron a vivir a Bailén. «El menor lleva siendo objeto de palizas y castigos inhumanos por parte de David desde su llegada al domicilio familiar», dice el Fiscal en sus acusaciones, que Ioana ha reconocido. Además de golpes, lo levantaba del suelo para dejarlo caer o lo obligaba a mantener los brazos en alto durante largo tiempo.

Entre el 4 y el 8 de septiembre de 2005 Ioana, David y el menor fueron de viaje. «La acusada conocedora de esta situación (las palizas y castigos inhumanos) no hacía nada para evitarlo, es más consintió plenamente el viaje», dice la sentencia.

La salvaje agresión que se produjo durante este viaje fue lo que ha llevado a la Justicia a intervenir. El menor se negó a comerse un bocadillo. David «lo golpeó salvajemente con una porra por todo el cuerpo, empujándolo al suelo, dándole puñetazos en la barriga, provocándole una quemadura en la mano con el mechero del camión y pillándole la cabeza y la mano con el cristal de la puerta del camión. El niño perdió por los golpes los cuatro incisivos superiores y lesiones en los brazos, hombros, cara y zona lumbar.

Eso fue lo que los médicos atribuyeron a la paliza de ese día, pues también apreciaron otras señales de agresiones más antiguas en «diversos estadios de evolución», lo que indica varios episodios violentos sufridos por el niño.

David ya fue condenado por estos hechos a dos años de prisión. La sentencia, ya firme, la firmó en junio de 2007 el mismo magistrado que ahora castiga a la mujer. David no negó los hechos. Como ahora ha hecho su compañera, admitió las agresiones y logró así una reducción de pena.

Ioana estaba acusada de un delito de malos tratos habituales, otro de lesiones y un tercero de coacciones. El Fiscal pedía inicialmente que fuera castigada a nueve años y nueve meses de prisión, alejamiento de quince años y una indemnización para el menor de 6.000 euros. Para lograr una conformidad el Fiscal rebajó a año y medio y no se opuso a suspender la condena.

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