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Dos escolares caminan junto a un mayor camino del colegio. IDEAL
Piden cárcel para una madre por agarrar del cuello a su hijo y darle una bofetada
JAÉN

Piden cárcel para una madre por agarrar del cuello a su hijo y darle una bofetada

Antes, el menor de diez años calificado por la Guardia Civil y profesores como «difícil», se había negado a hacer los deberes, se había encerrado en el baño y pateó a su madre

JUAN ESTEBAN POVEDA

Martes, 25 de noviembre 2008, 10:02

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María sonrió ayer a su hijo de doce años de edad cuando el menor entró a la sala de vistas del Penal 3 de Jaén. El niño se sentó junto a ella en el banquillo. Casi un gesto instintivo en un ambiente extraño. Luego no quiso declarar. Está en juego una condena de nueve meses de prisión para la madre y que tengan que pasar un año y nueve meses separados por una supuesta agresión de ella a él. La mujer admitió que agarró del cuello al menor y que le dio una bofetada, y que a consecuencia de ella el niño se dio con un lavabo y sangró por la nariz. El Ministerio Público acusa. Y mantuvo los cargos pese a que tanto el padre del menor como un profesor insistieron en que no tienen conocimiento de que el menor haya sido víctima de malos tratos anteriormente. El 6 de octubre de 2006 la madre y el hijo estaban en la casa. Es un niño «irregular, complicado, insubordinado», según uno de sus profesores. La Guardia Civil, en un informe, indica que es un menor con problemas en el centro y la familia». El padre -declaró a través de una interprete de signos, pues es sordomudo- lo ratifica: «Sí, sí, es un niño difícil». El menor, al parecer un día más, se negó ha hacer las tareas escolares. La madre -también con discapacidad para comunicarse- se lo recriminó. El niño no se conformó. Lanzó un zapato contra su progenitora y corrió a encerrarse en el baño. La madre intentó a entrar. Estaba «muy nerviosa» por la situación. Según el relato de la defensa, cuando se abrió la puerta del baño el menor comenzó a dar patadas a la mujer. La secuencia de estos hechos la hace la defensa a partir de las declaraciones del menor durante la instrucción del caso. En ese contexto, la madre -como admitió ella misma en el juicio- le agarró del cuello con la suficiente fuerza como para causarle un hematoma. Y le dio una bofetada en la cabeza. El menor cayó hacia un lado y se golpeó contra el lavabo, sangrando por la nariz. En el colegio le vieron restos de sangre en la zona nasal. También vieron el hematoma. Él contó que su madre le había hecho daño. Lo llevaron al centro de salud. El profesor que habló con el médico le dijo ayer al tribunal que no tenía conocimiento de que el menor hubiese sido víctima de malos tratos en alguna ocasión anterior. En la misma línea se manifestó el padre, que indicó que la mujer le informó de que el niño se había portado mal, y que él «nunca ha visto a ella pegarle». El Ministerio Público considera que en el juicio quedó acreditado que hubo un delito de lesiones. «Hubo una discusión por los deberes y el menor desobedeció. La madre, con nervios, la cogió del cuello y le dio un guantazo. No dudamos de que no tenía intención de matarlo, sino que actuaba en un estado de nervios por la rebeldía del menor. Pero ésto no justifica la actitud de la acusada. Por mucho que tu hijo te saque de tus casillas no se justifica la violencia para corregir una situación», manifestó en su alegato final. Según el Ministerio Público añadió que hubo «intención de hacer daño. No fue un accidente. Fue con conciencia y voluntad de hacerlo. No fue un accidente sino que lo hizo a propósito, las consecuencias eran previsibles y podía evitarlo». No se opone a que la pena se reduzca en un grado por las circunstancias en las que se produjeron los hechos y que se atenúe el tiempo de alejamiento. La defensa, por su parte, pide la libre absolución de la acusada porque la madre ejerció su derecho a educar y reprender al menor. «Intenta educarlo. Con diez años la Guardia Civil ya lo conoce y es problemático en la escuela y la casa». El letrado insistió en que el menor se enfrentó a la madre y considera desproporcionado que se crea que hubo intención de hacer daño dado que todos los testigos declaran que no ha habido nunca malos tratos. «Es un hecho aislado y accidental», sostuvo.

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