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ÚLTIMA NOCHE. El bullicio se mantuvo hasta altas horas de la madrugada. ROMÁN
Terminó la feria, volvió la normalidad
ÚBEDA

Terminó la feria, volvió la normalidad

Todas las propuestas de la programación contaron con una buena respuesta del público

PPLL

Lunes, 6 de octubre 2008, 11:46

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Después de una intensa semana de bullicio, luz, música, color, actividades de todo tipo y mucha, pero que mucha fiesta, la feria de San Miguel finalizó dejando tras de sí unos días inolvidables en los que la ciudad se sumergió íntegramente en la alegría, haciendo para ello un paréntesis en el transcurrir diario que retoma hoy su monótono y rutinario ritmo. Los fuegos artificiales anunciaron la despedida y cierre en la noche del sábado, aunque ayer domingo se concedió una pequeña prórroga a feriantes y caseteros.

Llega pues el momento de la resaca, de rendir cuentas, de hacer balance de un acontecimiento como la feria que, de una forma u otra, refleja en qué punto se encuentra la ciudad en todos los niveles. Y es que, las fiestas patronales tienen el don de marcar cuál es la personalidad de un pueblo, el estado de ánimo de sus habitantes y, como no, la situación del Ayuntamiento.

Inicio pasado por agua

La feria de San Miguel 2008 transcurrió con total normalidad, aunque los primeros días estuvieron pasados por agua. No obstante, en el resto de jornadas el tiempo fue ideal para el disfrute del recinto ferial, con temperaturas muy agradables, fresco por las noches y casi ausencia de bochorno. Todo ello favoreció que miles de personas se echaran a la calle a disfrutar.

Cierto es que se notó algún descenso de visitas al ferial durante los días particulares, aunque se vieron auténticas aglomeraciones en el segundo fin de semana que contuvo este año la feria. En este punto coincidieron tanto caseteros como feriantes, achacándolo a la crisis. El hecho es que se empezó flojo y no se pudo hablar de afluencia masiva hasta los tres últimos días.

Organización

El recinto ferial, instalado por cuarto año en los terrenos situados junto a la ITV, en la salida de Úbeda hacia Baeza, volvió a cubrir expediente y se puede hablar de buena organización y diferenciación de zonas, amplitud y preparación de las distintas calles. Aunque es algo ya muy asumido por la ciudadanía, la pega fue de nuevo la lejanía de la feria, pero este hecho no restó público en los días más fuertes. La distancia la sufrieron, sobre todo, las personas mayores, aunque para restar perjuicios se habilitaron autobuses y trenes neumáticos que, junto a los taxis, no cesaron de dar viajes, arriba y abajo, totalmente completos. Y el aparcamiento volvió a ser escaso.

Bastante público

Con respecto a la programación de feria, casi todos sus apartados contaron con el respaldo de la ciudadanía. Así, la programación infantil animó algunas mañanas el auditorio del Hospital de Santiago, y no se vieron funciones flojas de público porque no se ofrecieron durante los días que hubo clase en los colegios. En cuanto al Festival de Teatro de Calle reunió por las tardes a numerosas personas en el casco histórico. Y todas las actividades deportivas previstas tuvieron una participación amplia.

También funcionó muy bien la programación cultural desarrollada todas las tardes en el auditorio del Hospital de Santiago. El punto clave fue la variedad, por lo que se llegó a sectores diversos, aunque quizá se incidió demasiado en el flamenco.

Teatro

Por otro lado, la Muestra de Teatro de Otoño abarrotó algunas noches el Ideal Cinema, en varios casos colgándose el cartel de «no hay localidades» en la taquilla. Y los toros no sorprendieron, aunque tampoco defraudaron. Además, no se dieron incidentes importantes fuera de lo normal en lo que a seguridad se refiere.

En fin, la feria terminó, los feriantes desmontaron sus casetas y atracciones y sus camiones marcharon dejando tras de sí una estela de polvo que ya hace soñar con la próxima feria.

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