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Harald Range, fiscal general alemán.
Destituyen al fiscal general alemán por acusar al Gobierno de interferir en una investigación

Destituyen al fiscal general alemán por acusar al Gobierno de interferir en una investigación

Harald Range había denunciado la injerencia del Ministerio de Justicia en una investigación contra dos periodistas acusados de revelar secretos de Estado en un blog

colpisa / afp

Martes, 4 de agosto 2015, 20:10

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El ministro alemán de Justicia ha anunciado este martes el cese del fiscal general federal, que había denunciado la injerencia del ministerio en una investigación contra dos periodistas acusados de revelar secretos de Estado en un blog.

En un breve encuentro con la prensa en Berlín, el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Mass, ha explicado que su confianza en el fiscal general Harald Range había quedado "dañada duraderamente", y que por lo tanto lo destituía en sus funciones "de acuerdo con la cancillería".

Range, de 67 años de edad, había criticado a Mass este mismo martes, acusándo al ministro de interferir en la independencia de los magistrados en un caso de presunta revelación de secretos de Estado.

En un comunicado, el fiscal recordó al ministro de Justicia que "influir en una investigación porque su resultado puede ser políticamente inoportuno es un ataque intolerable contra la independencia de la Justicia".

El origen de la polémica

La polémica tuvo su origen en el blog Netzpolitik.org, que a principios de año publicó unos documentos presuntamente salidos de los servicios de inteligencia alemanes en los que se habla de un sistema de vigilancia de internet.

El fundador de Netzpolitik.org, Markus Beckedahl, ve en la investigación de Range "un intento de intimidación" a quienes trabajan sobre los escándalos de vigilancia digital, según sus palabras.

La semana pasada el mismo blog indicó que el fiscal general había abierto una investigación preliminar contra dos periodistas por "traición", algo que no ocurría desde los años 1960. Esta información desató la ola de protestas de los medios, de varios responsables políticos y del propio ministro de Justicia, que señalaron una voluntad de censura.

El viernes pasado el fiscal general había suspendido la investigación a la espera de determinar si los documentos filtrados suponen o no un secreto de Estado.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) también se inquietó, y en una carta al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, le señaló "que la amenaza de una acusación de traición tiene un efecto general 'congelador' para los periodistas que realizan periodismo de investigación".

La OSCE llamó además a las autoridades alemanas a garantizar el respeto "a la libertad de información y a la de los medios de comunicación", y dijo esperar que esta investigación sea cerrada definitivamente.

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