Edición

Borrar
Un grupo de familias sirias abandona los barrios del este de Alepo.
El régimen sirio controla ya más de la mitad de la zona rebelde de Alepo

El régimen sirio controla ya más de la mitad de la zona rebelde de Alepo

Unicef está especialmente preocupada por la suerte de los 19.000 niños

COLPISA / AFP

Sábado, 3 de diciembre 2016, 21:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El ejército sirio controla más de la mitad de la parte rebelde de Alepo, tras hacerse con un nuevo barrio en su gran ofensiva para reconquistar totalmente la segunda ciudad del país. La batalla por Alepo sigue provocando masivas protestas internacionales por la muerte de cientos de civiles y el éxodo de otras decenas de miles.

Desde el 26 de noviembre, cuando cayó el mayor barrio rebelde, Masaken Hanano, el ejército sirio, apoyado por milicias iraquíes, iraníes o libanesas, ha retomado una serie de sectores insurgentes. El último en caer fue Tariq al Bab, retomado la noche de viernes por el régimen, indica el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), según el cual el Gobierno tiene ahora bajo su control cerca del 60% del sector rebelde de Alepo, que estaba en manos insurgentes desde 2012.

El ejército consiguió así controlar una carretera que une los barrios del oeste de la ciudad, dominados por las fuerzas progubernamentales, con el aeropuerto internacional de Alepo, controlado por el régimen y situado un poco más al sur de Tariq al Bab. A pesar de los avances del ejército, los rebeldes ayudados por yihadistas del Frente Fateh Al Sham (exbrazo sirio de Al Qaida) recuperaron el viernes el control del 70% del barrio de Sheij Said.

Dividida desde 2012 entre un sector rebelde (este) y uno gubernamental (oeste), Alepo se convirtió en el principal frente del conflicto sirio, que causó más de 300.000 muertos en cinco años. Con el fin de reconquistar toda la ciudad, el régimen lanzó el 15 de noviembre una brutal ofensiva para eliminar a los rebeldes de los barrios del este. Desde entonces murieron 310 civiles, incluidos 42 niños, en el este de Alepo, y en el oeste fallecieron 65 civiles, entre ellos 28 niños, por disparos rebeldes, según el OSDH.

El sábado, ataques aéreos del régimen en la zona rebelde dejaron al menos tres muertos y 10 heridos en el barrio de Chaar, según esta fuente. Cinco personas murieron por disparos rebeldes en los sectores controlados por el Gobierno, informó la agencia oficial Sana. En la última semana, más de 50.000 residentes del este de Alepo huyeron de sus barrios a causa de los combates callejeros, el fuego de artillería y los bombardeos, indicó el OSDH.

Unicef está especialmente preocupada por la suerte de los 19.000 niños, que figuran entre los que se fueron desde el 24 de noviembre. "Lo más urgente ahora es proporcionar toda la ayuda que tanto necesitan estos niños y sus familias", declaró en Ginebra Christophe Boulierac, portavoz de Unicef. "Es una carrera contrarreloj, el invierno ya está ahí", advirtió.

En respuesta a la indignación de la comunidad internacional, Rusia, uno de los principales aliados de Damasco, propuso la creación de cuatro corredores humanitarios en Alepo-Este para evacuar heridos y llevar ayuda. Rusia no participa en los actuales bombardeos de Alepo, pero su intervención militar de apoyo al régimen desde septiembre 2015 ha contribuido a debilitar a los rebeldes.

Este sábado, en Roma, el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, hizo un llamamiento a "la influencia de Rusia o de Irán" para convencer al presidente Bashar al Asad de "abrir una verdadera negociación". El mandatario no debe pensar que ya no necesita negociar porque una victoria del régimen se perfila en Alepo, dijo Mistura.

El régimen también retomó en las últimas semanas el control de varias localidades alrededor de la capital, Damasco, tras cerrar acuerdos con los rebeldes. Gracias a estos pactos, unas 2.000 personas, incluidos combatientes rebeldes y sus familias, pudieron abandonar el viernes Al Talal, al norte de Damasco, con dirección a la provincia de Idlib (noreste), controlada por los rebeldes. El Gobierno presentó estos pactos como acuerdos de "reconciliación", pero las ONG y la ONU los criticaron y los calificaron de desplazamientos "forzosos".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios