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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofrece unas declaraciones junto a su vicepresidente, Joe Biden
Obama admite el fracaso de la reforma migratoria

Obama admite el fracaso de la reforma migratoria

El presidente de EE UU anuncia que tomará acciones ejecutivas para arreglar "lo máximo posible" el sistema migratorio del país, después de que los republicanos en el Congreso se negaran a votar

COLPISA/ AFP

Martes, 1 de julio 2014, 02:08

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El presidente estadounidense, Barack Obama, ha admitido el fracaso para poder promulgar este año la reforma migratoria, un proyecto favorable a la legalización de 11 millones de indocumentados y pilar de su presidencia, pero que la oposición republicana bloqueó insistentemente en el Congreso.

Los republicanos anunciaron que "seguirán bloqueando un voto en la reforma migratoria al menos por el resto del año", dijo Obama en la Casa Blanca, calificando esa decisión de "sin sentido".

El mandatario, que colocó la reforma migratoria en el centro de su reelección y con ello atrajo el creciente voto latino, había presionado durante meses por un voto en la cámara, resaltando el apoyo mayoritario de la población a la medida y sus beneficios económicos.

Pero el anuncio de este lunes fue el jaque mate a la ley, cuyas posibilidades de aprobación ya estaban al mínimo en la antesala a unas elecciones legislativas en noviembre y la crisis actual provocada por decenas de miles de menores indocumentados en la frontera.

Ahora, el mandatario abrió las puertas para analizar medidas ejecutivas, aunque limitadas, para atender el problema. "Tomo medidas administrativas solo cuando tenemos un grave problema y el Congreso decide no actuar. Y en esta situación, el fracaso de los republicanos para votar una ley es malo para nuestra seguridad, nuestra economía y nuestro futuro", dijo Obama en la Casa Blanca. "Preferiría que hubiese un arreglo definitivo" al asunto migratorio, afirmó.

Lo seguirá intentando

Obama dijo que empezará "un nuevo intento para arreglar el sistema migratorio lo más que pueda" de manera unilateral, lo que en un primer paso incluye el reforzamiento de la frontera, un recurrente punto de ataque de sus críticos.

El secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson y el Fiscal General, Eric Holder, deberán movilizar recursos destinados al interior del país hacia la frontera, señaló. Adicionalmente solicitó a sus asesores nuevas recomendaciones, que prevé tomar al final del verano boreal. "Si el Congreso no hace su trabajo, al menos nosotros podemos hacer el nuestro", dijo Obama, agregando que adoptará esas recomendaciones "sin mayor demora".

Aunque no detalló el alcance de las recomendaciones, los activistas a favor de la reforma le han pedido que disminuya las deportaciones y amplíe programas como DACA, que, bajo ciertas restricciones, otorga permisos a inmigrantes que llegaron de niños al país.

Hace un año, una mayoría de 68 senadores republicanos y demócratas aprobó el proyecto de ley 744, un documento de un millar de páginas que propone una vía a la legalización de 11 millones de indocumentados combinado con un millonario refuerzo monetario para la seguridad fronteriza.

Pero la oposición del ala más conservadora del partido Republicano en la Cámara de Representantes congeló el proyecto, al que califican de "amnistía" para quienes cruzaron ilegalmente la frontera.

Obama dijo este lunes que el presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, le avisó la semana pasada que los republicanos seguirán bloqueando la reforma para el resto del año. "Le dije al presidente lo que le he dicho por meses: el pueblo estadounidense y sus representantes no confían en él para hacer cumplir las leyes", replicó Boehner en un comunicado.

Oleada de menores

En medio del agrio debate entre los demócratas y los republicanos, la oleada de 52.000 niños centroamericanos detenidos desde octubre en la frontera con México solo vino a complicar el panorama.

Los menores provienen en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, huyendo de la violencia y la pobreza, algunos con la falsa creencia de que obtendrán "permisos" de residencia. "Nuestro sistema está tan roto, tan poco claro, que la gente no sabe cuáles son las reglas", señaló Obama.

El mandatario pidió este lunes ayuda al Congreso, que podría alcanzar los 2.000 millones de dólares, para hacer frente a la marea de niños indocumentados.

La medida, de ser aprobada, se aseguraría de que las deportaciones se manejen lo más humanamente posible, sin dejar de garantizar la protección de los refugiados y de quienes solicitan asilo, escribió Obama en una carta a los legisladores. Además buscaría otorgar al Departamento de Seguridad Interior la autoridad adicional de enjuiciar y deportar a los menores inmigrantes a sus países de origen, lo que agilizaría el proceso.

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