Hollywood se rinde a Hillary

Soltar 155.000 euros por cenar con Clooney parece una de esas bromas con las que el atractivo artista suele cautivar a la peña bajo su arrebatadora sonrisa. Ni el mejor chiste del mundo, ni los platos más exquisitos merecen apoquinar 300.000 euros por pareja. Y aún así hubo codazos por colarse en el casoplón de George y Amal en San Francisco. La lista de invitados a la velada organizada por el matrimonio para apoyar a Hillary Clinton parecía la alfombra roja de los Oscar. Tanta pasta por compartir mesa y mantel con el todo Hollywood avergonzó al propio anfitrión, que descalificó, por «obscenas», las cifras que se llegaron a pagar por la cena. El resultado, doce millones de dólares de recaudación y una alegría para la campaña electoral de Hillary. Y eso que ya tiene bien saneadas sus cuentas bancarias. Antes del multitudinario encuentro, ya había reunido 222 millones para su carrera a la Casa Blanca. Un buen pellizco le ha venido de la mano de los saraos que antes le organizaron demócratas tan entusiastas como Katy Perry, Elton John y Sting. Hillary va muy por delante de sus rivales. El segundo en el ránking, su compañero demócrata Bernie Sanders, apenas ha llegado a los 160 millones.

Hollywood está a los pies de Clinton. Sobre todo ellas. Salma Hayek, Jennifer Lopez, Beyoncé, Christina Aguilera, Mariah Carey, Lady Gaga, Kim Kardashian... A ninguna le falta su selfi con quien aspira a convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos. ¡Incluso Britney Spears se ha cambiado de bando! De ser una republicana que apoyaba en los momentos más duros a la administración Bush, ha pasado a admirar fervientemente a Clinton. «¡Es toda una inspiración y una hermosa voz para todas las mujeres del mundo! Esta mujer tiene una gran presencia. Me siento muy orgullosa de haberla conocido», colocó la artista en su instagram junto con una foto de ambas en Las Vegas.

Otras como la actriz e it girl Chloë Grace Moretz recién reconciliada con Brooklyn Beckham hasta se ha plantado en una oficina de campaña para hacer llamadas y recabar más apoyos para su «líder». Y la diosa de la moda y editora de Vogue, Anna Wintour, no dudó en dejar de lado sus prendas caras para enfundarse en una camiseta para demostrar su preferencia política en el cotizadísimo front row de la semana de la moda de Nueva York. Poco después, la inspiradora de El diablo viste de Prada organizó en la casa de la diseñadora Vera Wang un cóctel en el que no faltó ni Martha Stewart ni Michael Kors. Igual de activos se han mostrado Jamie Fox y Julianne Moore, que no dudaron en intervenir en los mítines que la aspirante demócrata ofreció en el Radio City Music Hall de Nueva York. Precisamente en la Gran Manzana, Clinton ha barrido a sus oponentes en las primarias, lo que sumado a los resultados anteriores hace que matemáticamente sea casi imposible que Sanders le quite la ansiada candidatura a las elecciones de noviembre.

¿Influye tanto en el voto la opinión de los famosos? Pues parece que sí. «Si a una persona le gusta un famoso y descubre que apoya a un partido político específico, mejora su punto de vista respecto a esa formación», resalta el profesor Anthony J. Nownes, de la Universidad de Tennessee y autor de Una investigación experimental sobre los efectos del apoyo de las celebrities a los partidos políticos en Estados Unidos. «Y los partidarios de Clinton son el equivalente de la lista de invitados a la fiesta de Vanity Fair tras los Oscar», recoge en sus páginas el The New York Times, recordando nombres como Steven Spielberg, Leonardo DiCaprio, Richard Gere, Morgan Freeman... Es decir, la flor y nata de Hollywood con millones de seguidores dentro y fuera de Estados Unidos.

Las tribunas vips (con su coste vip correspondiente) no faltan en ningún acto electoral americano... y en esta ocasión los famosos se están dejando ver mucho, además del bombardeo continuo que lanzan en sus redes sociales. Antonio Banderas siempre recuerda que tiró del voto latino, que al final se convirtió en fundamental, para que Obama ganase sus primeras elecciones. El actor malagueño organizó una comida en su mansión de Los Ángeles con una lista de invitados en la que no faltaron los principales intérpretes hispanos. En esta ocasión Banderas no se ha mojado, aunque ha confesado que el mejor presidente que ha conocido es Bill Clinton y que ni se le ocurriría invitar a comer a Donald Trump en su casa.

El rock, con Sander

Trump también tiene su grupo de celebrities alabándole. Más desde que se da por segura su nominación como candidato republicano tras su victoria en Nueva York. Este grupo no cuenta con el glamur del de Hillary, pero tiene más testosterona: Hulk Hogan, Mike Tyson, la estrella de fútbol americano Tom Brady (marido de Gisele Bündchen) y el exjugador de baloncesto Denis Rodman, conocido también por sus encuentros con el dictador norcoreano Kim Jong Un. «Trump ha sido un amigo durante años. No necesitamos otro político, necesitamos empresarios como él», ha dicho el extravagante Rodman, caracterizado por su profusión de piercings faciales. La cantante Azealia Banks, la actriz Kirstie Alley y la política Sarah Palin completan el reducido grupo de apoyos mediáticos del magnate que, por el momento, no han organizado ningún fasto. Trump apenas lleva recaudados 20 millones de dólares, pero tampoco. En su cuenta corriente tiene más de cuatro mil millones.

En EE UU los famosos no tienen miedo a significarse por una opción política. En España es más raro. Norma Duval abanderó hace años al PP y varios artistas se integraron en 2008 en el grupo de la ceja en apoyo de Zapatero, entre ellos Bosé, Serrat, Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén y Fran Perea.

En Estados Unidos aún quedan siete meses de campaña y habrá que ver qué hacen los que han apoyado a candidatos que se quedarán en el camino. Como Sanders, al que respaldan estrellas del rock como Neil Young y los Red Hot Chili Peppers, además de Susan Sarandon, Spike Lee, Mia Farrow y Danny DeVito. Todos, también, ricos y famosos.