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LAURA GAUTIER
MOTRIL.
Domingo, 20 de agosto 2017, 01:49
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Los trabajos para arreglar el socavón de la A-7 obligaron anteayer a cortar el tráfico a la una de la tarde en la zona afectada, entre Carchuna y Castell. Apenas fueron unos minutos de cierre, siete concretamente, pero Tráfico paró la circulación en todos los carriles y en ambos sentidos para garantizar la seguridad de los vehículos. Las obras que se están llevando a cabo son las voladuras necesarias para quitar peso a la montaña para asegurar que la autovía, en un futuro, no vuelva a sufrir otro deslizamiento que la destroce.
Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, esta no es -ni será- la primera y única voladura que se efectúe en la zona, ya que días atrás ya se realizaron cuatro más. La de ayer, la quinta, obligó a cortar el tráfico y se hizo después de pactar la hora con una granja cercana para no interferir en su rutina. En un primer momento, y según las previsiones de la Guardia Civil, la carretera se cortaría durante 45 minutos. Finalmente no hizo falta y poco más de cinco minutos bastaron para hacer la voladura y asegurarse de que ninguna roca o resto obstruyera la carretera.
Según las mismas fuentes de la Subdelegación del Gobierno, a lo largo de las próximas semanas se irán llevando a cabo actuaciones de este tipo hasta, si todo va según el calendario previsto, finales de octubre. Hasta ayer, los trabajos realizados para preparar la carretera únicamente obligaron a cortar el carril en sentido Málaga, trasladando todo el flujo de circulación a uno solo.
Una vez que se termine de 'rebañar' la montaña para quitar el peso que ha provocado el deslizamiento, las obras pasarán a la carretera para estabilizarla y alisarla, aunque todavía no se manejan fechas concretas, ni del inicio de estas actuaciones ni del momento en el que puedan acabar. A día de hoy, los carriles -sobre todo en dirección Málaga- presentan un importante hundilón que provoca que el asfalto esté lleno de subidas y bajadas que obliga a circular con mucha precaución y a la mitad de la velocidad.
El socavón, que apareció apenas un año y medio después de que se inaugurase la ansiada autovía, obligó al Gobierno a decretar una intervención urgente de 2,4 millones de euros. Con esta significativa inversión no sólo se llevarán a cabo los arreglos en la carretera, sino que el Gobierno también elaborará los estudios pertinentes para determinar concretamente qué y cómo se produjo el deslizamiento para tratar de contener futuros daños. En las obras para arreglar este tramo se moverán un total de 300.000 metros cúbicos de arena y materiales.
Los retrasos
Después de un lío burocrático y un coque de acusaciones entre la Junta y el Gobierno que mantuvo paralizadas las obras, finalmente, a mediados de junio se resolvió todo el papeleo necesario. La Subdelegación del Gobierno en Granada esperaba una autorización necesaria por parte de la Junta, que se firmó a las puertas del verano. Precisamente este papel era el que faltaba para poder iniciar las voladuras que se están llevando a cabo ahora, un permiso que otorga Minas, pero que tiene que ser supervisado por Medio Ambiente del gobierno andaluz.
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