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Naomi, de La Seduzione, ofrece un helado a la cámara. J. I. C
Los originales sabores de las heladerías granadinas conquistan a los turistas

Los originales sabores de las heladerías granadinas conquistan a los turistas

Los helados y el verano, tanto monta monta tanto. Cada vez más creativos en sus sabores, estos locales compiten por refrescar el apetito de turistas y granadinos. Hay donde elegir

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Viernes, 4 de agosto 2017, 01:27

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Los helados siguen siendo un recurso recurrente para quienes pretenden combatir el calor con algo fresquito y delicioso que llevarse a la boca. Observar a alguien disfrutando un cucurucho de chocolate o apurando una tarrina es una de las imágenes más típicas de este mes de agosto en el centro de Granada

Sus sabores son cada vez más variados y creativos pero mantienen algo en común: están fresquitos y muy buenos. Los helados siguen y seguirán triunfando como uno de los tópicos sin los que sería imposible entender el verano. El terrible calor que estos días asola Granada los convierte en un complemento frecuente en el paseo de todo granadino por su ciudad, ya sea en forma de cucurucho o de tarrina.

David atiende uno de los locales de la heladería La Rosa en la Carrera de la Virgen. «Aquí todo el mundo nos pide un helado de Natachoc, que es el sabor que mejor nos sale, nuestra especialidad», asegura. Los niños se siguen chupando los dedos con los sabores del chocolate, en concreto con el Kinder y el Oreo. También triunfan las leches rizadas y el turrón, que es la especialidad de otra heladería ubicada unos metros más arriba, cerca de la Fuente de las Batallas: la Seduzione. Lo afirma Naomi, una de sus trabajadoras: «El turrón lo piden mucho pese a ser un sabor más de Navidad». También el Kinder y el de yogurt de mango y maracuyá.

«Vendemos sobre todo por las noches, cuando la gente sale a pasear», dicen desde La Rosa

David de la heladería La Rosa analiza que venden sobre todo por las noches, «a partir de las nueve». «Es cuando la gente sale a pasear, por la tarde con el calor no hay nadie en la calle», observa. «Por las mañanas vendemos sobre todo a turistas extranjeros», señala Naomi, «como rusos o franceses». «Chinos e ingleses, bastantes turistas en general», apunta David. Naomi lamenta que estos meses venden «algo menos porque todo el mundo se va a la playa». Aun así, dos clientes brasileñas entran y se piden dos cucuruchos de dos sabores combinados. Lo cierto es que durante una mañana se aprecian muchos clientes asiáticos en las distintas heladerías del centro de Granada. Una de las más populares es la de Los Italianos, en plena Gran Vía. Su apertura es un acontecimiento de la vida social granadina cada año, quizás lo que marca el inicio del verano. Sus trabajadores no tienen respiro; no para de entrar gente que pide helados y tarrinas para tomar en el local o para llevar y hasta cafés.

Al fondo se encuentra una familia surcoreana que disfruta encantada de sus helados, recién comprados. Son principalmente de chocolate, como la especialidad Primavera, y también uno de tarta de café. El matrimonio tiene dos criaturas encantadoras: el niño y la niña, la parejita. «Sabíamos que esta heladería era importante porque de camino por el centro hacia la Alhambra vimos mucha gente haciendo cola, así que comprobamos que era muy popular», explica Lee. Se quedarán cuatro días en una ciudad que les ha enamorado: «Creemos que es realmente impresionante, cuando fuimos a la Alhambra ayer nos impregnamos de cultura árabe. Los jardines también son muy bonitos». Acaban de llegar a la ciudad pero ya conocen la Fortaleza Roja y los helados de Los Italianos; no está mal como carta de presentación.

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