Riñen y después sube la foto de su excuñada a Facebook para anunciarla como prostituta

Este presunto atentado contra la intimidad de la víctima vino precedido de un enfrentamiento entre ambas en un colegio del área metropolitana. Las fuentes consultadas por este periódico apuntan que las dos madres se habían enfrentado porque las hijas de ambas, del mismo centro educativo donde sucedieron los hechos, habían mantenido una discusión.

La víctima presentó la correspondiente denuncia en un puesto de la Guardia Civil y a partir de ahí se abrió una investigación para averiguar lo ocurrido. Los propios investigadores disponen de imágenes sobre el hecho denunciado donde aparece la fotografía de la víctima con su teléfono y el anuncio como mujer de compañía.

Cometer este tipo de actos viene castigado en el Código Penal, concretamente en su artículo 197 dedicado a la intimidad de las personas y revelación de secretos sin su consentimiento, con penas de cárcel de 1 a 4 años, así como una multa. No hay un perfil habitual de quien comete este tipo de actos, porque hay desde menores hasta personas de avanzada edad. No están vinculados al escenario de la ciberdelincuencia, ahora bien sí hay un perfil más habitual de lo normal en cuanto a los motivos que esgrimen para dañar a la otra persona. La principal razón, «la venganza por disputas sentimentales», apunta un experto de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado consultado por este periódico.

El rastro dejado por la denunciado era los suficientemente claro como para abrir una investigación contra la mujer que presuntamente cometió el delito, debido a que lo hizo en su propio Facebook. Los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación lo han tenido relativamente fácil para localizar a la acusada.

Según ha podido saber este periódico, la propia Policía Local del municipio donde se registró la discusión en el colegio entre estas dos excuñadas ha tenido que intervenir en más de una ocasión por otras disputas anteriores entre ambas féminas.

Tanto Guardia Civil como Policía Nacional imparten charlas por centros educativos, asociaciones de vecinos y otros colectivos avisando de los límites, para no cruzar la frontera del delito, que conlleva el uso de las redes sociales. Suelen encontrarse con un desconocimiento brutal por parte de los más jóvenes de las consecuencias que puede tener hacerse pasar por otro en Internet o el mero hecho de subir una fotografía a una red social sin el consentimiento del resto de quienes aparecen en la imagen.

La suplantación de identidad según el artículo 401 del Código Penal estaría penado de dos a seis años de cárcel; mientras que el problema descrito de la imagen fotográfica conllevaría multas desde 60.000 euros hasta cantidades que pueden alcanzar los 300.000 euros.

Ambos cuerpos policiales impartieron el pasado año más de 300 charlas sobre los riesgos de utilizar mal las redes sociales.