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El presidente recibe los aplausos de la bancada popular. / Efe
El Congreso rechaza la propuesta para la consulta catalana
PULSO SOBERANISTA

El Congreso rechaza la propuesta para la consulta catalana

El presidente del Gobierno rebate desde la tribuna los argumentos de los diputados catalanes que han defendido la cesión de competencias a Cataluña para convocar referendos

ANTONIO MONTILLA

Miércoles, 9 de abril 2014, 12:56

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El Congreso no ve margen alguno dentro de la Constitución para celebrar una consulta sobre la independencia de una comunidad autónoma. La respuesta ya era sabida. Ahora es oficial. La Cámara baja ha rechazado tramitar por 299 votos en contra -los del PP, PSOE, UPyD, UPN, Foro Asturias y Coalición Canaria-, 47 a favor y una abstención la propuesta del Parlamento catalán que solicitaba transferir a Cataluña la competencia para convocar un referendum sobre su «futuro político colectivo».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha retado a quienes quieren convocar la consulta a impulsar una reforma de la Constitución porque la propuesta de Cataluña rechazada no cabe, ha argumentado, en la actual Carta Magna. Algo que han negado los partidos catalanes, que han advertido de que el pueblo catalán decidirá sobre su futuro a pesar el "no" de la Cámara baja porque se ha emprendido un "camino sin retorno".

"Perdónenme la vanidad, pero tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes", le ha espetado Mariano Rajoy en el Congreso a los portavoces de CiU, ERC y ICV en el Parlamento catalán que esta tarde han defendido en Madrid la potesdad de la cámara autonómica de celebrar una consulta independentista.

El presidente del Gobiern no ha hecho ninguna propuesta sobre financiación o competencias para intentar seducir a los catalanes, pero sí ha reconocido que es un debate donde priman los sentimientos. Tanto es así que, de forma inopinada, Rajoy ha pronunciado una frase en catalán. "La feina ben feta", ha dicho el jefe del Ejecutivo para resaltar el amor por el trabajo bien hecho de los catalanes".

El jefe del Ejecutivo ha atacado una de las premisas que más repiten los nacionalistas catalanes, que la democracia no se entienden sin las urnas. "No bastan las urnas para que un acto sea democrático. ¿Qué es lo que falta? El respeto a la ley", ha sentenciado.

Rajoy le ha pedido a los partidos que apoyan la consulta que no pongan de ejemplo el referéndum separatista que celebrará Escocia el próximo mes de septiembre. "Y no me hablen de Escocia, porque si tuviera la mitad, de la mitad de las competencias que tiene Cataluña, no se tomarían tantas molestias". El jefe del Ejecutivo ha explicado que no es posible atender la solicitud del Parlament de celebrar un referéndum de autodeterminación "porque no lo permite la Constitución porque, independientemente del uso que se le quiera dar, es una competencia indelegable".

Rajoy ha tirado de retranca gallega para afear al presidente de la Generalitat su decisión de quedarse en Barcelona y, de paso, para justificar el 'no' del Ejecutivo. "No es algo que podamos resolver el señor Mas, aunque hubiera venido hoy, y yo con un café. Ni aunque nos tomáramos 500 seguiría faltándonos lo que no tenemos: la potestad que la Constitución nos niega", ha remachado.

Rubalcaba: «España sin Cataluña no es España»

Y tras Rajoy, ha subido a la tribuna el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha abogado por la reforma constitucional para que Cataluña y el resto de España "sigan viviendo juntos" y con el fin de avanzar en una dirección federal. Desde el inicio, el principal lider de la oposición ha apelado al diálogo. Pero, ha querido dejar claro que no es posible preguntarle solo a unos pocos, los catalanes, por lo que afecta a todos. "No cabe hacer un referéndum autonómico con una pregunta que afecta a todos los españoles", ha asegurado.

Durante su intervención, el líder de los socialistas ha propuesto a la Cámara "abrir un proceso democrático, transparente, dialogado, legal y participativo" para hacer una nueva Constitución, al mismo tiempo que ha querido dejar claro que a su grupo no le gustan aquellos procesos en los que se obliga a elegir a quienes se sienten más catalanes que españoles o más españoles que catalanes. "España sin Cataluña no es España", ha espetado.

El siguiente en tomar la palabra ha sido Josep Antoni Duran Lleida, quien ha insistido en su voluntad de negociar. "Ponga fecha y hora. Estamos listos para negociar", ha instado el portavoz de CiU en el Congreso al presidente del Gobierno. Por su parte, el diputado de ICV Joan Coscubiela ha criticado que Rajoy niegue los derechos de los ciudadanos de Cataluña y haga ver al resto de los españoles que el resultado de la consulta solo puede ser uno: "el que le interesa", ha añadido. "Esa es la trampa que vienen haciendo ustedes", ha indicado Coscubiela tras insistir en que la propuesta del Parlamento catalán plantea un cauce democrático, constitucional y pactado para consultar a la ciudadanía sobre su futuro político.

Un discurso «antieuropeo»

Aitor Esteban, portavoz del PNV, ha sostenido que la consulta catalana, "una consulta para abandonar el Estado", es resultado de las políticas "de Madrid". Esteban, que ha arrancado su intervención recordando el 'no' al plan Ibarretxe en 2006, ha abogado por la necesidad de pactar, una "obligación" que, ha dicho, "se exige desde Madrid pero aquí no se aplica". El nacionalista vasco ha aprovechado su parlamento para advertir al Ejecutivo de que tiene "dos patatas calientes", Cataluña y la "Euskal patata", y ha apuntado, para "cuando llegue el momento": En Euskadi "queremos decidir".

El dirigente del PNV ha intervenido tras Rosa Díez, quien ha insistido en que el discurso que han traído los diputados catalanes a la Cámara es "absolutamente antieuropeo" porque plantea "levantar fronteras". "Ustedes nos plantean quitar derechos a ciudadanos, y eso es antidemocrático", ha subrayado. Y democracia, ha enfatizado, "también es decidir qué es lo que no se vota". "No estamos ante un gran debate", ha asegurado, "el que podría haber traído aquí el gran debate, el que podría haber traído el plan secesionista de Cataluña es el presidente de Cataluña, que no lo ha traído". La diputada de UPyD ha ironizado sobre los viajes de Artur Mas defendiendo la consulta en el extranjero: "Tiene un AVE a Madrid y un puente aéreo pagado por los españoles y no ha traído su plan al Congreso para debatirlo".

Tras la dirigente vasca ha tomado la palabra el diputado de ERC, Alfred Bosch, que ha calificado de "espectáculo" el debate en la Cámara Baja. "Lo que quieren es prohibir el voto, prohibir la decisión de los catalanes en Cataluña", ha sentenciado para, a continuación, advertir que ni el Gobierno, ni él, ni su partido tienen capacidad para detener este proceso: "Ni quiero ni puedo parar la voluntad del pueblo de Cataluña".

Un discurso «antieuropeo»

"El Estado español volverá a fracasar porque sus leyes no podrán detener la voluntad de todo un pueblo", ha subrayado por su parte el diputado de Amaiur, Xabier Mikel Errekonden. El parlamentario vasco ha denunciado que se "amenace" con las leyes para negar la consulta, pero ha subrayado que el hecho de que el pueblo catalán "tome la palabra no es algo imposible, sino inevitable".

"No sigan escudándose en el argumento de que el proceso no está amparado por la ley, porque ha quedado demostrado que depende de quién interprete la ley", ha señalado por su parte la diputada del BNG, Olaia Fernández Davila. El diputado de UPN Carlos Salvador se ha preguntado qué habremos hecho tan mal "para que una parte importante de los catalanes piense que los españoles no les tenemos aprecio o incluso que les estamos robando".

Alfonso Alonso, portavoz del Grupo Popular, ha subido a la tribuna para destacar la "incomprensible" ausencia del presidente Mas para defender su propuesta. "Lo que tienen que hacer es respetar las reglas del juego y aceptar los resultados de los procesos democráticos", ha sostenido. "Nos vienen a pedir la llave que abre la puerta a la secesión de Cataluña pero ni siquiera nosotros tenemos esa llave", ha dicho Alonso, mientras las ha lanzado un mensaje: "No desatiendan la oferta del presidente Rajoy de hablar".

"Los catalanes no aceptan ni conocen la palabra resignación"

El portavoz de CiU, Jordi Turull, ha sido el encargado de abrir advirtiendo de que los catalanes han iniciado "un camino sin retorno" para decidir su futuro. "Reafirmación y no resignación", ha advertido ante el previsible 'no' que recibirá la propuesta del Parlament en la cámara Baja. Turull ha advertido de que la reivindicación de poder decidir su futuro político parte de "una amplísima mayoría" de los catalanes, que hablaron "muy alto y claro" tanto en las urnas como en manifestaciones en la calle, y "no aceptan ni conocen la palabra resignación".

Tras él, la portavoz de ERC en el Parlament, Marta Rovira, ha tomado el relevo en la tribuna y ha manifestado que una mayoría de los catalanes ha llegado a la conclusión de que el "encaje" en España no es posible, porque tienen la sensación de que "no se nos acepta como somos, como pensamos, como hablamos, como soñamos".

El último represante del Parlamento catalán en tomar la palabra ha sido el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha pedido al Congreso que actúe de forma "razonable" e "inteligente" y autorice la consulta soberanista, porque "no hay mejor propuesta que la ciudadanía hable", y ha advertido de que el "no" solo hará "aumentar la distancia" de Catalunya con el resto de España. "Lo razonable e inteligente en otras latitudes es canalizar la demanda, no negarla, a no ser que se busquen réditos electorales", ha señalado.

"La consulta no tiene cabida en nuestra Constitución"

El histórico debate sobre la consulta soberanista ha comenzado pasadas las 16.00 horas, cuando el presidente de la Congreso, Jesús Posada, ha dado la palabra a Ignacio Gil Lázaro, secretario primero de la Cámara, quien a su vez ha leído el escrito que el Ejecutivo central remitió al Congreso a primeros de marzo para fijar su posición, en el que ya calificó la consulta de "meramente especulativa".

"Los referendos consultivos están previstos en la Constitución sola y únicamente para someter a consulta de los ciudadanos decisiones políticas de especial trascendencia. Es decir, sólo puede consultarse lo que se va a decidir: no caben consultas meramente especulativas", explica el Gobierno en este documento. En esa línea, añade: "Y si Cataluña sola, de manera unilateral, no puede decidir jurídicamente su separación de España, tampoco lo puede técnicamente consultar. Y si no puede consultarlo, no puede delegársele la facultad correspondiente, pues estaríamos ante una de las facultades que, con arreglo al mismo artículo 150.2 de la Constitución, por su propia naturaleza no sería susceptible de transferencia o delegación".

El Gobierno explica que el objeto de la proposición de ley orgánica presentada por el Parlamento de Cataluña se concreta fundamentalmente en la "delegación en la Generalitat de Cataluña de la competencia para autorizar, convocar y celebrar un referéndum consultivo para que los catalanes se pronuncien sobre el futuro político colectivo de Cataluña".

Para el Ejecutivo, ni el aspecto formal -la delegación de la competencia-, ni el fondo del asunto -el objeto del referéndum que se pretende convocar-, tienen cabida en la Constitución. "La eventual aprobación de la iniciativa en los términos propuestos podría suponer una vulneración de la Constitución en la medida en que con ella se pretende la delegación de una facultad o competencia que por su propia naturaleza no es susceptible de transferencia o delegación", señala el documento. Además, advierte de que admitir la delegación de la facultad de autorización de un referéndum que tiene por objeto que los ciudadanos de Cataluña se pronuncien sobre su "futuro político", equivaldría a proclamar que, por su sola decisión unilateral, puede disolverse lo que la Constitución proclama indisoluble y dividirse lo que declara indivisible.

Para el Gobierno, lo que se reclama es transferir a una parte de los españoles una decisión que afecta a todos. "Ni este Gobierno, ni las Cortes Generales, ni el Parlamento de Cataluña pueden legítimamente privar de manera unilateral al conjunto del pueblo español, único titular de la soberanía, de su derecho a decidir sobre su futuro colectivo", ha relatado el parlamentario.

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