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Refugiados de la República Democrática del Congo . / Foto y vídeo: Amnistía Internacional
«Los refugiados tienen más dificultades para cruzar las fronteras que las armas»
informe de 2013

«Los refugiados tienen más dificultades para cruzar las fronteras que las armas»

El Informe Anual denuncia que las restricciones a los solicitantes de asilo coinciden con "gravísimas crisis" de DDHH en Siria, Malí o RDC

EUROPA PRESS

Jueves, 23 de mayo 2013, 12:43

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AmnistíaInternacional (AI) ha denunciado que, con el pretexto de proteger sus fronteras y su soberanía nacional, los Gobiernos de todo el mundo están vulnerando los derechos de "millones de personas" huidas de los conflictos, la persecución o la pobreza, hasta el punto de que los refugiados tienen "más dificultades para cruzar las fronteras que las armas que les han obligado a huir".

"El mundo se está volviendo cada vez más peligroso para las personas que tienen que huir de los conflictos o la persecución o que emigran para encontrar una vida mejor", ha declarado la directora adjunta de la sección española de AmnistíaInternacional, Eva Suárez-Llanos, durante la presentación del Informe Anual 2013 en la sede de la organización en Madrid. Los datos actuales indican, según AI, que en el mundo hay quince millones de refugiados y 43 millones de desplazados internos, de los cuales "cientos de miles están en un 'limbo'", según Suárez-Llanos. "Más de la mitad de los refugiados registrados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) llevan más de cinco años fuera de sus lugares de origen en situación precaria", ha añadido.

Aparte, en el mundo hay cerca de 214 millones de emigrantes por motivos económicos, de los cuales entre un diez y un quince por ciento se encuentran en situación irregular y son, por ello, "legalmente vulnerables", ha proseguido. Por ello, según el informe anual de AI, estas personas se enfrentan a condiciones de trabajo abusivas, "en algunos casos análogas a la esclavitud", porque los Gobiernos "los tratan como delincuentes y porque a las empresas les importan más los beneficios que sus derechos".

Los refugiados e inmigrantes, ha proseguido, se enfrentan a "un discurso en el que priman la soberanía de los Estados y la defensa de las fronteras" por encima de los derechos de los inmigrantes y solicitantes de asilo, que se han convertido, además, en los objetivos de "una retórica populista y nacionalista que alimenta la xenofobia y el riesgo de violencia contra ellos". En estas circunstancias, las medidas de control fronterizo por parte de la Unión Europea "ponen en peligro la vida de las personas migrantes y solicitantes de asilo y no garantizan la seguridad de quienes huyen de los conflictos y la persecución", según AI. Con ello, según Suárez-Llanos, se produce la "cruel ironía" de que estas personas tienen "más dificultades para cruzar las fronteras que las armas que les han obligado a huir".

Asunto interno

Esta situación se produce en el contexto de "gravísimas crisis de Derechos Humanos" en el mundo, como son los casos de la República Democrática del Congo (RDC) -donde el número de desplazados internos por la violencia ha pasado "de menos de dos millones a principios de 2012 a dos millones y medios en la actualidad", según Suárez-Llanos-, Corea del Norte, Malí o Sudán.

Otro ejemplo muy representativo es el de Siria, donde, según Suárez-Llanos, "lo que comenzó en 2012 como una represión brutal, ha derivado en un conflicto sangriento, con atropellos gravísimos contra la población civil" tanto por parte de las fuerzas leales al Gobierno -responsables de ataques indiscriminados contra civiles, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones extrajudiciales-- como de los grupos rebeldes -a los que Amnistía acusa de la toma de rehenes, torturas y ejecuciones sumarias, "aunque en menor escala"-.

Según Amnistía, la "excusa" de que los Derechos Humanos son "un asunto interno" se ha esgrimido para boicotear la acción internacional en los casos de emergencia, como es el de Siria, razón por la cual "el Consejo de Seguridad de la ONU, órgano sobre el que recae la seguridad y el liderazgo mundiales, sigue sin lograr una acción política y unificada".

Europa y España

En lo que respecta a la situación en la Unión Europea y España, el director de AI-España, Esteban Beltrán, ha denunciado el uso de la "soberanía" como argumento para violar los Derechos Humanos en el conjunto de la Unión y en cada uno de sus Estados miembro, tanto en el caso de los inmigrantes o solicitantes de asilo como en lo referente a derechos sociales como la salud, la educación o la vivienda.

Según Beltrán, los Estados recurren indistintamente a la soberanía europea en su conjunto o a la soberanía nacional de cada país "según les conviene". Por ejemplo, ha denunciado, los Gobiernos se excusan en las directrices de la UE para vulnerar algunos derechos sociales, cuando son los propios Estados quienes los violan, tal como ha ocurrido en España, donde "hace un año que se adoptó la ley que limita el acceso a la sanidad gratuita a los inmigrantes en situación irregular", una norma que "no es un recorte, es una violación de los Derechos Humanos".

La defensa de la soberanía de la UE en su conjunto también se esgrime para violar los derechos de los inmigrantes solicitantes de asilo, ha añadido Esteban Beltrán. "¿Quiénes aplican las políticas sobre solicitantes de asilo? Los gobiernos. ¿Bajo qué paraguas? La Unión Europea", ha declarado. Ejemplo de ello ha sido la llamada "externalización de las fronteras europeas", que han permitido a las patrulleras de la UE interceptar barcos con migrantes y solicitantes de asilo en aguas tan lejanas como las de Senegal o Mauritania y devolver a sus ocupantes a sus países de origen "sin garantizar su derecho a solicitar asilo".

En cambio, según Beltrán, algunos Estados no tienen ningún problema en apelar a la soberanía nacional para justificar sus políticas discriminatorias y de segregación contra ciertos colectivos "por motivos étnicos", agravadas por una "retórica populista y nacionalista" y por un "discurso" que se aprovecha del impacto social de la crisis económica para "criminalizar" a los inmigrantes y a los miembros de minorías.

Es el caso de los gitanos, que han sido objeto de "desalojos forzados", sobre todo en Rumanía, Italia y Francia, aunque también en España, donde en 2012 fueron expulsadas 54 familias gitanas de un campamento de Puerta de Hierro (Madrid), o en Eslovaquia, donde "los gitanos están clasificados como discapacitados mentales leves y, por tanto, están segregados en las escuelas".

Beltrán ha denunciado también el incremento de la represión contra manifestaciones pacíficas en países como España, Rumanía y Grecia y ha denunciado la "estigmatización" de que están siendo objeto ciertos movimientos sociales españoles por parte de algunos dirigentes políticos, aludiendo expresamente como ejemplo a las acusaciones de "filoetarras y nazis" dirigidas a los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El director de AI-España ha lamentado también el cierre judicial, en 2012, de los procesos abiertos en España por los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el Franquismo, así como el rechazo por parte del Gobierno de la competencia de los tribunales argentinos para juzgar estos casos, siempre con el argumento "de apelar a la soberanía nacional".

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