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Diego El Cigala interpreta una canción junto a Bebo Valdés. / Montserrat T. Díez
El Cigala: «Bebo se ha ido con la calidad de genio que le caracterizaba»
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El Cigala: «Bebo se ha ido con la calidad de genio que le caracterizaba»

"Valdés fue el ser humano más honesto y auténtico que conocí", asegura el productor Javier Limón

AGENCIAS

Sábado, 23 de marzo 2013, 17:35

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El mundo de jazz y el de la música llora la muerte del pianista Bebo Valdés. Tras el anuncio de su fallecimiento en Suecia, a los 94 años, se han sucedido las reacciones. Halagos y despedidas para el músico que creó la batanga.

Diego El Cigala, cantante: "Se ha ido con un público absoluto que le quiere y que le ama y, sobre todo, se ha ido con la calidad de genio que le caracterizaba", ha explicado. El artista ha asegurado que "es una pérdida irreparable" aunque, tal y como ha confesado el cantante, Valdés le pidió personalmente que "no quería lloraderas" cuando falleciera, sino que "quería que se le recordara bailando". "Este deseo es muy duro de tragar, pero es lo que le gustaba al maestro". "De Bebo me quedo con todo porque sobrepasaba fronteras, era humilde, muy de pueblo, muy campechano, bromista, y caballero. Tenía una caballerosidad increíble" además de poseer "una elegancia" y un "genio nato" como músico.

Javier Limón, productor: "Valdés fue el ser humano más honesto y auténtico que conocí. En este momento de música tan veloz y atroz, me quedo con su ejemplo humano. Él sí sabía lo que estábamos haciendo. Con 'Lágrimas negras', nosotros pensábamos que venderíamos 30.000 copias y él, desde el primer día, predijo que serían un millón de discos. Cuando mi hijo, con dos años, entraba a un local y veía un piano, lo llamaba un bebo, hasta ese punto ha sido parte de mi vida".

Javier Colina, contrabajista: "Con Bebo no había ningún misterio. Era una persona sencilla. Fue un maestro. Bebo pertenece a una época en la que no había tonterías en el mundo de la música, era una estrella de esas que te encuentras. Pertenecía a una generación de músicos solidarios que se apoyaban los unos a los otros. La música de Valdés es personal e irrepetible, y ahora nos quedaremos con todas sus composiciones".

Javier Mariscal, diseñador: "Bebo resumía la elegancia y el tempo cubano. Gracias a Bebo, y su mirada, conocimos una Habana diferente, antes de arrancar la película ya sabíamos que con él teníamos la mitad hecha. Para mí era fundamental que cuando la gente viera las manos de Chico realmente vieran las manos de Bebo".

Pepe Rivero, músico y director del festival Continental Latin Jazz: "Hasta que no me fui de Cuba, yo mismo no supe nada de Bebo más que Chucho (Valdés) tenía un padre que tocaba el piano. Nunca se le dio el lugar que se le debía haber dado. La suya era una muerte esperada desde que su esposa falleció hace menos de un año. Estaba en su casa de Málaga retirado porque por culpa del alzheimer decía que no quería tocar para nadie y hacer un papelazo, pero seguía tocando allí y estoy seguro de que murió tocando".

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